El historiador Manuel Núñez denunció que el bosque dominicano arde en las cocinas de Haití debido a la industria de carbón que desarrollan los haitianos en territorio dominicano y luego lo trasladan al vecino país.
Núñez explicó que Haití consume seis millones de metros cúbicos de madera por año, la cual consigue desmontando los bosques dominicanos y poniendo en riesgo la supervivencia de las 32 presas del pais.
Al ser entrevistado por Gregory Caimares en el programa La Hora 22 que se difunde por Teleradioamérica, el historiador dijo que los haitianos carbonizan los pinares, la caoba, lo convierten en carbón y lo envían hacia Puerto Príncipe por el Lago del Fondo.
«Ahí están las embarcaciones, hay un pueblito que está ahí mismo en la 40 que es una población carbonera que recoge toda el área de carbón, se transporta desde Las Lajas hasta Puerto Príncipe y el bosque dominicano arde en las cocinas de Puerto Príncipe», afirmó Núñez.
Ante la gravedad de ese trasiego de carbón, Caimares preguntó al experto en temas dominico-haitianos si esa situación ha sido denunciada y su respuesta fue la siguiente:
«Hemos denunciado que es menester que el gobierno intervenga, que las Fuerzas Armadas metan su mano, pero hay una especie de mirar para otro lado.
El hecho es que ese carbón es una fuente que emplea más de 150 mil personas por año y eso involucra haitianos y dominicanos; evidentemente ese tráfico es la mayor Espada de Damocles, colocada al desarrollo de la República Dominicana, sin contar, sin contar igualmente las poblaciones que están en los mercados turísticos que pueden ser mañana la base de la destrucción del turismo en la Republica Dominicana», advirtió.
Mafia en visados
Otra de las irregularidades denunciadas por el catedrático universitario es la gran cantidad de visados que se ha expedido en los cinco consulados nacionales que funcionan en Haití en los veinte años de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana.
Dijo que los cónsules criollos nombrados en Haití en ese entonces visaron más de ochocientos mil haitianos, que representan unos cincuenta mil por año, más de quinientos por día.
«Pero evidentemente, se ha convertido en un negocio para los cónsules, una formula de acumulación de dinero y era también una forma de violar la frontera porque en la medida en que esa gente que solo podía pagar para entrar, entonces se quedaba en el país y luego la gente decía, bueno es que los guardias los dejan entrar, pero ahí se daban cuenta que por encima de las negligencias, de las deficiencias o de la posible corruptela de las autoridades militares está también la otra corruptela civil que es mayor que la corruptela militar. La corruptela de los gobernadores, de la gente que vive del tráfico, de los cónsules que hacen dinero, que acumulan dinero expidiendo visas a personas sin la calidad para tener un visado de la República Dominicana», lamentó.
Deploró que para ingresar a Haití se exige tener una cuenta de cinco mil gourdes , una carta de empleo, cuenta bancaria, certificado médico y de no delincuencia, mientras que los haitianos quieren entrar a la República Dominicana sin que se les exija un documento de identidad.
Clamor del presidente Abinader
Al ser cuestionado por Caimares sobre el clamor del presidente Abinader ante la OEA en el sentido de que en la República Dominicana no está la solución al problema haitiano, Núñez afirmó que el pais agradece la posición del mandatario, alegando que es su mérito, no de los soldados en la frontera.
«Yo pienso que el presidente tiene el corazón en el oido del pueblo dominicano. El pueblo dominicano, el pueblo llano, ha sido el más perjudicado con la situación de desnacionalizacion que está produciendo Haití en la República Dominicana», sostuvo.
Lamentó que los haitianos han planteado el asunto como un problema de racismo y frente a esto, la agenda de Estados Unidos sugiere un cambio de soberanía para satisfacer al vecino país.
Cementerio de proyectos
El historiador dijo qie Haití es un cementerio de proyectos internacionales donde los que llamó «picos de oro», que con «palabras vanas y discursos babosos» han fracasado, no han podido hacer nada en el vecino país y garantizó que el presidente Abinader conoce esto.
«ÉL mismo nos dijo a un grupo de personas que el único hospital que ha funcionado en Haití es un hospital creado por los brasileños porque los brasileños construyeron el hospital, lo equiparon, pusieron una planta eléctrica, pagan los médicos, compran la medicina y dan el financiamiento para que el hospital funcione y el único aporte de los haitianos es los enfermos», lamentó el historiador Manuel Núñez.
