El director ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina –Cepal- observó que así como el pasado año 2022 la región fue afectada por el choque de las altas tasas de interés, el presente bien puede servir para estabilizar este instrumento o revertirlo.
Al encabezar el acto de presentación del informe: Lanzamiento de Riesgo Político para América Latina 2023, el economista José Manuel Salazar expresó que de esta forma América Latina podría reducir el costo del servicio de la deuda y facilitar el acceso a nuevos recursos financieros.
Amplió que la región debe aprovechar las oportunidades para recuperar el espíritu positivo basado en agendas pragmáticas para el crecimiento, el empleo y mejores condiciones sociales.
Sin embargo, condicionó el alcance de estos objetivos a que debe evitar la polarización en los contratos sociales y riesgos como el retroceso democrático.
“Los países de América Latina y el Caribe han acumulado desafíos que se han agravado en la última década, la pobreza afecta al 32,1% de la población (201 millones de personas), y se estima que unas 56 millones de personas sufren hambre, es decir, la región atraviesa una crisis social prolongada”, observó Salazar.
Dijo que este 2023 será el último año de un decenio en el que el promedio de la tasa de crecimiento anual de la región alcanzó el 0,9 por ciento, un desempeño incluso –refirió- peor que el de la década perdida de los años 80, donde en promedio alcanzó un crecimiento del 2 por ciento.
El director Ejecutivo de la Cepal explicó que no se trata únicamente de un mal ciclo económico, porque parecería que la región padece una trampa estructural de bajo crecimiento, que lleva una década y que se suma a una elevada desigualdad, con instituciones débiles y deficiente gobernanza.
Así como 2022 fue el año del choque en las tasas de interés, 2023 puede ser el de la estabilización de esas tasas o el año en que se revierta la tendencia.
