El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha confirmado que en los próximos meses enviará unos 31 tanques Abrams M-1 a Ucrania, una decisión que ha sido determinante para deshacer las tensiones que se habían generado entre Alemania y otros países por estas naves de combate.
Biden ha admitido desde la Casa Blanca que mantiene contactos con los líderes de Alemania, Italia, Francia y Reino Unido para coordinar el envío de estos tanques.
El presidente ha señalado que son necesarios para ayudar a los ucranianos a «mejorar su capacidad de maniobra en terreno abierto», para después agradecer a Alemania su decisión de suministrar a Ucrania tanques Leopard 2.
Sin embargo, el envío de estos carros de combate no será de inmediato, porque su uso es complejo, y requiere preparación.
Los miembros del ejército ucraniano recibirán formación sobre el uso de los tanques Abrams en un lugar aún por determinar.
Si bien es un arma altamente sofisticada y costosa, el Abrams es difícil de mantener y presenta un desafío de reabastecimiento logístico, porque funciona con combustible para aviones.
