Fueron extraditados a Estados Unidos cuatro de los sospechosos de participar en el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moïse, tras cumplir más de un año y medio de prisión.
Los sospechosos son James Solages, Joseph Vincent, Emmanuel Sanon y el colombiano Germán Rivera García, quienes están acusados de conspirar para perpetrar el secuestro y posterior asesinato de Moïse en junio de 2021.
Sanon un médico haitiano residente en Florida, fue acusado por la Policía de ser el principal sospechoso del magnicidio; mientras que Solages trabajaba para una empresa de seguridad norteamericana presuntamente vinculada al complot; y Vincent fue un informante de la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Por su parte, Rivera es uno de los presuntos líderes de la ejecución del magnicidio, de acuerdo a los informes recopilados por las autoridades policiales.
A pesar de los insistentes reclamos de organizaciones internacionales de avanzar en la pesquisa, un año y medio después la investigación del crimen se encuentra estancada.
Los casi 40 imputados permanecen en la Penitenciaría Nacional sin imputárseles cargos, mientras que al menos, cinco jueces tienen el archivo del caso en sus manos.
El presidente Moïse fue baleado en su residencia de esta capital por un comando de exsoldados colombianos, que también hirieron a su esposa Martine Étiene.
El suceso integra la larga lista de crímenes impunes en el país caribeño, y agudizó la crisis institucional de la nación que carece de Parlamento y cuya justicia es disfuncional.
