Los manifestantes esperaban mantener la presión sobre el gobierno para que diera marcha atrás, y hay previstas nuevas acciones para el 16 de febrero.
Más de 960 mil personas se manifestaron en París, Niza, Marsella, Toulouse, Nantes y otras ciudades, según el Ministerio del Interior.
La policía salió en masa en toda Francia mientras los manifestantes celebraban una cuarta ronda de protestas a nivel nacional, a veces agitada, contra los planes del presidente Emmanuel Macron de reformar el sistema de pensiones del país.
En la capital francesa, las autoridades contaron unos 93 mil participantes, el mayor número de manifestantes en París contra los cambios en las pensiones desde el inicio de las protestas el mes pasado.
Las manifestaciones del fin de semana atrajeron a jóvenes y otros opositores a las propuestas de pensiones que no pudieron asistir a los tres días de acción anteriores, todos ellos celebrados entre semana.
Esta vez, las huelgas de ferroviarios no acompañaron a las manifestaciones, permitiendo a los trenes y el metro de París funcionar el sábado.
En París, algunos trabajadores y estudiantes asistieron a las protestas por primera vez, debido a la gran carga de trabajo de los días laborables.
