El ex vicepresidente de Nicaragua Sergio Ramírez declaró que lo pueden despellejar, y “hasta dejarlo en carne viva”, pero que nadie puede despojarlo de su nacionalidad.
El intelectual y político reaccionó de esta forma a la decisión del dictador nicaragüense, Daniel Ortega, de despojarlo a él y otros cientos más, de la nacionalidad acusados de: “traición a la patria”.
Ramírez, quien vive exiliado en Madrid, España, luego que en el año 2021 un tribunal dictara orden de prisión en su contra, por hacer oposición a la dictadura que gobierna ese país centroamericano.
Agregó que eso de “traición a la patria” es un delito que no existe en el ordenamiento jurídico de su país, por lo tanto, una sentencia roncambolesca.
Al tiempo que restó importancia a la sentencia en su contra, Ramírez deploró que en estas naciones latinoamericanas se tomen decisiones en base a leyes inexistentes, y que además el destierro está prohibido en Nicaragua.