Si bien es cierto que el sol aporta muchos beneficios a la piel, ya que estimula la producción de vitamina D (hormona esencial para nuestro cuerpo), con la exposición de cinco a 10 minutos diarios; hoy en día está demostrado que este tiene efectos acumulativos y que, en exceso, se traduce en cambios y daños.
Carmen Pepén de los Santos, dermatóloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), señala que, por esta razón, la medida más importante para prevenir los efectos de la radiación ultravioleta consiste en evitar o reducir el tiempo de exposición al sol.
Pepén precisa que es justo por esto que los niños, por el mayor número de actividades que realizan al aire libre, reciben hasta el triple de radiación solar que los adultos.
La dermatóloga realiza algunas recomendaciones a tomar en consideración para la protección de los niños.
Al aire libre
La especialista señala que lo primero es evitar las actividades al aire libre en las horas centrales de mayor exposición al sol, dígase de las 10:00 de la mañana a las 4:00 de la tarde, ya que es en estas donde este incide con más fuerza y por ende sus radiaciones son más agresivas.
Pepén precisa que es justo por esto que los niños, por el mayor número de actividades que realizan al aire libre, reciben hasta el triple de radiación solar que los adultos.
La dermatóloga realiza algunas recomendaciones a tomar en consideración para la protección de los niños.
Las superficies
La médica puntualiza que se debe de tomar en cuenta que algunas superficies, como el agua, arena, pavimento, pasto y nieve, retienen y reflejan los rayos solares y genera un efecto lupa en nuestra piel, duplicando o triplicando el daño aún más que la exposición directa al sol.
Asimismo, la galena refiere que un punto fundamental en el cuidado de la piel es la adecuada hidratación, recomienda aumentar la ingesta de agua natural de dos a tres litros al día, tomando en consideración que no cuentan refrescos, ni bebidas alcohólicas, ya que estas no sustituyen el agua.
La mayoría de las campañas de protección a los rayos solares van dirigidas a los niños, porque se ha demostrado que las prácticas que evitan o minimizan la exposición deben comenzar lo más temprano posible, para hacerlas un hábito, pues los comportamientos que se adquieren de forma temprana tienden a perdurar durante la vida con mayor intensidad.
Adolescentes
El grupo de los adolescentes es particularmente importante, porque los estudios confirman que, mientras los conocimientos sobre fotoprotección van aumentando con la edad, los comportamientos se van deteriorando y señalan la necesidad de cambiar las actitudes hacia la exposición al sol y el bronceado, plantea la galena.
En caso de sobreexposición al sol y aparición de lesiones y quemaduras, hacer uso de soluciones postsolares o gel de aloe y acudir al dermatólogo de confianza para una evaluación profunda de los posibles daños causados y le prescriba un tratamiento adecuado de acuerdo a su condición.
Importante
— Horas de mayor sol
Carmen Pepén de los Santos afirma que también es importante aprovechar las sombras en las horas de mayor sol, mantenerse en espacios bajo techo o hacer uso de toldos, sombrillas o bajo la sombra de los árboles.
Recomendación
Las medidas de fotoprotección se aconsejan en todas las edades, pero deben ser más intensas en la población infantil y juvenil, dado que el 80 % de la exposición al sol tiene lugar antes de los 18 años, por lo que el uso adecuado de protectores solares durante la infancia y la adolescencia puede reducir la incidencia de cáncer de piel no melanoma en cerca de 80 %.
