El Banco Central Europeo (BCE) subió en 0,25 puntos los tipos de interés, que los eleva al 4,25% hasta alcanzar el máximo que había tenido hace dos décadas.
Con esta medida el órgano que dirige Christine Lagarde deja atrás los tiempos del dinero barato, y se mantiene entre los países que apuestan por controlar la inflación, que había llegado a niveles preocupantes para los distintos gobiernos del mundo.
A pesar del fuerte movimiento en este mes de julio, las autoridades del BCE dejaron para septiembre una probable definición de si vuelven a retomar las alzas, o hacen una pausa táctica hasta constatar el desempeño de la economía europea.
El organismo rector de la política monetariao toma esta decisión cuando algunos de los países de la zona presentan un desempeño no tan favorable, Alemania en recesión en lo que va del año; sin embargo, España se mantiene en pleno crecimiento y generando empleos.
