Por José Ricardo Taveras Blanco.
España siempre ha luchado por su unidad, lograrla y sostenerla después de mil años de lucha contra los moros fue una empresa muy compleja y sigue siendo objeto de tensión permanente.
Se podría decir que el descubrimiento de América fue una jugada del destino que les dio un respiro para que jugara a una condición de imperio para la cual el tiempo evidenciaría que no estaba preparada.
Las pugnas de los nacionalismos y las crisis constitucionales y políticas que se han sucedido desde muy a principios del Siglo XIX casi no le ha dado treguas hasta que Franco se impuso y junto a Carrero Blanco, su brazo derecho, lideraron la concepción del Estado post caudillista que hoy conocemos como una monarquía, con gobierno parlamentario y de autonomías que pretenden zurcir los retazos que conforman su unidad.
La concepcion constitucional de las autonomías dividió le quitó a España la potestad de educar los españoles y la cedió a los gobiernos autonómicos que por supuesto no educan españoles sino catalanes, vascos, etc., los cuales, arraigados en sus respectivas identidades locales paren generaciones totalmente disociadas del espíritu español que se supone los debe compactar a pesar de su diversidad, pero, a pesar de su portentoso pasado y el legado de su idioma se encuentran irracionalmente divididos.
Todo eso convierte en compleja y casi imposible la construcción de la soñada unidad que tanta sangre ha costado.
Por supuesto que la constitución española tiene vacunas contra el separatismo, de ahí que la convocatoria a referéndum separatista del presidente de la autonomía catalana, Carles Puigdemont convocará en el año 2017 lo colocara frente a una posición de subversión frente al Estado y lo convirtiera de presidente de esa autonomía a fugitivo, pero el diablo no duerme.
Con el estrecho resultado de las elecciones recién pasadas en las que resultara derrotado @sanchezcastejon por una pírrica mayoría que no permitió a sus opositores formar gobierno, la llave del poder quedó en las manos de la bancada liderada por el mas connotado enemigo de la unidad de España fugitivo en Bruselas, lugar donde fue el @PSOE en nombre de su líder, arrodillado para retener el poder de una manera muchísimo más vergonzosa de la forma en que lo obtuvieron, consintiendo un indulto a favor de la persona que encarna la amenaza más severa para la subsistencia del Estado español en los términos que lo conocemos.
Por supuesto que estamos frente a un evento tal vez inédito en la esta era contemporánea, el cual, sin duda meterá el gobierno reconducido en una profunda crisis de legitimidad y diría que tal vez de gobernabilidad.
No es para menos, esa reelección arrodilló el Estado español frente a los verdugos de su integridad y eso no se hizo políticamente gratis.
Se suele decir que en política todo se vale, pero los propulsores de ese pragmatismo las más de las veces perverso olvidan que la historia, como dice una popular expresión, los deja seguir, pero “los agarra bajando”.
No tengan la menor duda, el señor @sanchezcastejon pasará a la historia como un ambicioso sin límites, Dios quiera que no como sepulturero de la precaria paz política y social lograda, aunque no les guste, por la constitución franquista que sentó las bases para la democracia imperfecta que hoy viven y por lo que vemos, también padecen.
