Por José Ricardo Taveras Blanco
El régimen de publicidad que impacta el sistema de justicia como un eje transversal no es una herramienta de lujo constitucional, es un derecho, más que de las partes de la sociedad, precisamente por eso los procesos no pueden ser secretos.
Es legítimo que la ciudadanía haga juicios críticos de las sentencias desde la conciencia de que los mismos conllevan estudio y prudencia para ser respetables.
Es cierto que los recursos son la vía correcta para la retractación o reformación del fallo según sea el caso ante el mismo tribunal u otro órgano, pero eso no implica que haya que callarse la boca, los tribunales deben saber que su trabajo puede y debe ser auscultado por la sociedad, sobre todo cuando se trata de un órgano tan delicado como el @TSElectoralRD , en cuyas decisiones podría estar envuelta la paz pública en algún momento determinado.
No comparto que se asuma el ejercicio de ese derecho como si fuera un tema personal contra x o y juez, tampoco los excesos como el de querellarse contra jueces salvo en situaciones de extrema gravedad, pero sí el ejercicio responsable de la sana crítica, cueste lo que cueste.
El juez serio tiene por mejor defensa los motivos de su sentencia, de ahí que al hablar a través de ella debe prever que en ellos se exalta o se arrastra su honor, razón por la que éstos deben estar siempre listos para enfrentar la aprobación o el desprecio social en la medida en que se alejen de los linderos que les impone la ley y su sagrado deber de ser justos e independientes, será de uno u otro modo en la medida que la sentencia asuma su defensa y eso solo ocurre cuando ésta resiste, no solo la prueba de los recursos, sino la de esperar tranquila que las pasiones cesen y se compruebe serenamente si estuvo fundada en el derecho o no.
