Por Charlie Núñez
El gran Santo Domingo, representado por la capital y la provincia Santo Domingo, representa la mayoría de la población dominicana.
Es aquí donde se encuentran ubicados la gran mayoría de los medios de comunicación y por ende los más importantes.
También en el gran Santo Domingo se manifiestan los principales problemas del país como la inseguridad ciudadana, alto costo de la vida, insalubridad, transito etc.
Pero también desde el gran Santo Domingo se comete el error de pensar que lo que sucede aquí es igual en el resto del país y nada más falso.
En la mayoría de provincias y sus municipios tienen sus propios medios de comunicación de importancia y sus propios problemas aunque coincidamos en algunos.
En el gran Santo Domingo existe uno de los problemas más agobiantes y estresantes que se puede padecer, sin que las autoridades le dediquen la energía y el tiempo necesario a la solución del mismo y por el contrario aportan bastante a su agudización, me refiero al problema del tránsito.
Existe un exceso de vehículos de todo tipo en las calles, desconocimiento e irrespeto de la ley, poca inteligencia, desconocimiento de manejo, egoísmo e indisciplina, calles inadecuadas, falta de estacionamiento, cultura de violarlo todo, sin régimen de consecuencia, y todo eso usted se lo aplica a quienes supuestamente están para “dirigir el tránsito” y ellos mismos cumplen con todas las características anteriores.
A estas se le agrega la soberbia de sentirse autoridad, que concluye con abusos, apatía, negligencia, corrupción y muchas cosas más, al punto que a estos inservibles servidores públicos, el ciudadano en vez de respeto le teme.
A estos problemas, los perremeistas le han encontrado una solución, aunque debo admitir que no fueron ellos quienes lo descubrieron, unos malditos del pasado también lo hacían, ahora lo han masificado, es andar con sirenas y centellas por todas partes y franqueadores sin que les corresponda y falsificados.
Cuando se encuentran con vehículos delante, le suenan las sirenas, porque las ilegales centellas casi siempre están encendidas y la gente decente se quita porque cree que es algo que sucede y no, es un perremeista que viene.
Lo grande del caso es que los encargados de no permitir eso, son sus cómplices, paran el tránsito para que ellos crucen y generan tapones automáticos en la ciudad.
Cuando a usted lo detienen horas muertas en una esquina, no crea que vienen los bomberos o una ambulancia, es un perremeista que va a cruzar, las emergencias a ellos no les importan.
Cuando usted escuche esos bum bum, bum sepa que ahí va un abusador que se está aprovechando del pago de sus impuestos y es parte de la carrera de empréstitos que usted tiene que pagar y ese bum bum bum es una forma de estrujárselo en la cara.
