Por Charlie Núñez
Cada nación tiene el gobierno que se merece.
Cada sociedad tiene la clase de criminal que se merece
Cada país tiene la policía y milicia que insiste tener.
Los dominicanos tenemos una triste realidad llamada Haití, que la divide una frontera corta para negocios medio formales y muy larga que existe solo en la cabeza de algunos “opinadores” sin conocimiento real de lo que allí sucede.
Hace mucho tiempo que algunos antihaitianos han planteado el levantamiento de un muro, es un populista sin ideas ni planes, que en su afán de hacerse gracioso se le ocurre levantarlo.
El muro cuya intención debería ser detener la migración y negocios ilegales, está muy bien para dividir dos terrenos amigos, separando gallinas. Siempre y cuando no vuelen, si vuelan, el muro no sirve, también detendría vacas, siempre y cuando no empujen con fuerza, de lo contrario tampoco sirve.
Este país debe reclamarle al señor Abinader, por qué la cosa esa fue levantada dejando territorio dominicano del lado haitiano, exigir cuenta de lo invertido y la posibilidad de resultado del mismo.
En días pasados, un periodista del wall street journal, me consulta si tengo información de la opinión de los dominicanos con relación al muro, ahí es que reacciono de que los estudios de opinión no incluyen este tema, acudí a la big data y ahí no se habla de eso, sentí vergüenza al decir que no hay data que le permitan documentar una información.
Los dominicanos en sentido general, pero sobretodo el liderazgo nacional, está actuando con una irresponsabilidad que desde ya estamos pagando caro.
Miremos hacia la frontera, cuestionemos al señor Abinader, de lo contrario las primeras líneas de este artículo tienen todo el sentido del mundo y nosotros todos seremos cómplices del desastre que nos entreguen los que nos desgobiernan y nos quedaremos con el muro que por irresponsables nos merecemos.
