Luego de una extensa investigación, las autoridades de Canadá determinaron que la Dra. Qiu y su esposo, había utilizado el laboratorio canadiense como una “base” para ayudar a China a mejorar su capacidad para luchar contra patógenos.
Esto sin informar a sus superiores, además de confirmar su con el Instituto de Virología de Wuhan, esto adicional a su presunta colaboración con la viróloga china Dra. Shi Zhengli, mejor conocida como la “mujer murciélago”.
A pesar de que Qiu negó cualquier relación entre su trabajo y el origen del Covid-19, el FBI ha sugerido que es probable que el virus se haya originado en un laboratorio chino.
Dichos señalamientos responden a que desde 2019 hasta 2021, la científica Qiu, cooperó con un virólogo chino anónimo, modificando genéticamente virus de murciélagos.
Pese a que los esposos acusados no han aceptado las acusaciones ni brindado declaraciones, las sospechas crecen respecto al origen del Covid-19, ya que expertos sugieren que el virus escapó de un laboratorio en China.
