El director de la Comisión Nacional del Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo observó que el mundo se encuentra en una disyuntiva de alto peligro, porque por un lado necesita de las energías fósiles para el desarrollo, pero por el otro, el petróleo, el carbón y el gas generan el llamado cambio climático.
Max Puig explicó que los grandes países industrializados son consumidores netos de energía, que generan los grandes volúmenes de gas de efecto invernaderos que están alterando las condiciones de vida en el planeta.
“Todo lo que hacemos es energía, la producción industrial es energía, sin energía no podemos hacer ni un programa, y las energías, que son la base de la vida contemporánea, desde hace un siglo y medio; se hacen sobre la base de combustibles”, explicó.
Agregó que todos los países del mundo mueven sus economías con los combustibles, y los grandes desean seguir siendo grandes, y los pequeños aspiran a llegar a ser grandes, y todo eso se hace en base a las energías, que ponen en peligro al planeta.
El sociólogo y político explicó que la respuesta que se ha planteado es continuar con el desarrollo económico sin el uso de esos combustibles fósiles; a través del desarrollo sostenible, que implica el uso de combustibles alternativos como la energía solar, eólica, y otras.
Recordó que las grandes naciones capitalistas en la cumbre de Copenhague en el 2009, plantearon como una de las condiciones inyectar US$100,000 millones mensuales a los países en vía de desarrollo para que modifiquen sus estructuras de producción energética, pero esa suma nunca ha llegado a estos países.
