Por Charlie Núñez
Quiero comenzar esta segunda entrega de este título, destacando la presencia de los influencers de medios digitales y redes, presentes en la Duarte con Paris, ya que los mismos fueron movidos al malecón de la capital.
Cuantos estamos pagando los dominicanos para que estos comunicadores se estén moviendo y hablando positivamente de estas actividades gubernamentales?
Dios sabrá!!, lo que si me apena es que algunos estén destacando obras sin conciencia del daño que le hacen al país.
Todos fuimos testigos de la remodelación del tramo Lincoln – Núñez de Cáceres, con una inversión de 320 millones ejecutada por la alcaldía de la capital en el malecón de Santo Domingo.
Destacan las autoridades que dicha intervención incluye ampliación de las aceras, espacio para los ciclistas, luminarias, un kartodromo, arborización y sustitución de bancos, no me faltó por mencionar nada.
Con el corazón en la mano, les digo, no es “gadejo”, pero quien vio la costosa campaña de publicidad y lee la lista de lo realizado, piensa que es una gran obra.
Cual es la imagen con lo que se promovió la obra?, fue con la pista de Kartismo, porque es su eje central, esa pista, que existió años atrás, se realizó en la gestión de Fello, fue financiada por el sector privado, y detenida en la administración de Roberto Salcedo esperando ser reinstalada en un acuerdo con obras públicas que nunca se concluyó.
La actual gestión lo que ha hecho es cumplir el sueño de un grupito a los que les deseamos Dios los libre de mal, porque los go – karts modernos desarrollan gran velocidad y la ubicación de la pista está de forma tal que Dios no los puede librar del mar.
El ayuntamiento debería exigir le cambien esas “luminarias” o que le devuelvan ese dinero, a no ser que la idea sea mantener la zona oscura.
No soy ingeniero, no se de presupuesto, no puedo decir que ese presupuesto está alto o bajo, pero con 320 millones invertidos en soluciones en las circunscripciones 1 y 3 se podía hacer maravillas y no digo en la 1, porque requiere de soluciones de una inversión mayor y aunque Carolina lo prometió, ahora le da la espalda.
La capital necesita soluciones urgentes, no un desfile con los influencer para tratar de dar un poco de credibilidad a una gestión ya fracasada.
Aunque una pregunta para finalizar, cuantos pagamos los capitaleños por ese desfile de influencer?.
