Por Fin ¿ Quién es el Loco?




-Ramón Vargas

Cuando las tropas y los tanques de la Federación Rusa entraron a Ucrania el 24 de febrero, una gran conmoción se produjo en el mundo. Todos, hasta los esquimales en el Ártico a los Mapuches en el Antártico, nos preocupamos. Encima de los hechos, las desinformaciones y especulaciones no les ha permitido tener una visión correcta de la realidad a las personas comunes… y hasta a las no muy comunes.

A los que tenemos un poco más de experiencia y podemos interpretar mejor los hechos se nos hace más fácil procesar lo que sucede en el terreno y con sus protagonistas. Me llamó mucho la atención a principio de los acontecimientos la campaña de los medios occidentales, especulando sobre la salud de Vladimir Putin; se referían a que no se encontraba bien de la cabeza.

Con Putin, usted puede estar de acuerdo o no, es el tipo de líder que despierta grandes pasiones, pero si en algo no hay dudas es de su coherencia y que sabe bien lo que busca. ¿Entonces, a qué se debía esa especulación?

Es obvio que el propósito era quitarle la más mínima posibilidad legítima a sus reclamos en contra de la expansión de la OTAN hacia el Este de Europa; y más sospechosa resulta la especulación cuando observamos el problema de salud mental al otro lado del Atlántico.

Desde antes de la invasión rusa a Ucrania, se hablaba de la no conveniencia de que Biden optara por un nuevo período, dada su avanzada senectud. Incluso se decía‐ y se dice‐ que tiene problemas para coordinar sus ideas y que en las reuniones se duerme… Según un sondeo de AP‐NORC, solo el 29% de los estadounidenses creen que tiene capacidad para manejar una crisis o a las fuerzas armadas.

En una declaración que confirma que a Biden le escriben todo lo que debe decir, James Rich declaró en el programa «State Of The Nation», «por favor, señor presidente, no se salga del libreto…». Su comportamiento e incoherencia en las últimas semanas están preocupando a más de uno en La Casa Blanca. No son pocas las declaraciones de Biden que los funcionarios de su administración salen a desmentir o aclarar por sus comentarios pocos profesionales y no cónsonos con el cargo que desempeña.

Los epítetos llamando a Putin asesino, criminal y carnicero, no es lo más alarmante. Hay dos declaraciones que están prendiendo las alarmas; una fue cuando se reunió con las tropas que están en la frontera polaco‐ucraniana, dijo, señalando hacia el territorio de Ucrania: «cuando ustedes estén allá».

Inmediatamente los funcionarios de su administración salieron a precisar que no había planes de mandar tropas a combatir y más luego, cuando dijo que Putin no debe seguir en el poder, una vez más aclararon que la frase estaba fuera de contexto. Aclaración innecesaria, además, ¿Quién lo sacaría?¿Acaso hay un bravo que iría al Kremlin a poner cascabel al gato?

Un presidente de una Nación tan poderosa como Estados Unidos, dada la senectud de su avanzada edad, puede resultar terrible para la humanidad…

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