El papa Francisco lamentó ayer domingo la condena a 26 años de cárcel al obispo Rolando Álvarez por una nueva medida del Gobierno nicaragüense contra la oposición y la iglesia católica.
El obispo Álvarez que guardaba arresto domiciliario fue incluido por las autoridades en la lista de los 222 prisioneros a ser enviados a Washington, pero se negó a ser desterrado y lo trasladaron a cárcel de máxima seguridad.
Ese mismo día, el presidente Ortega emitió un comunicado por cadena nacional donde lo llamaba ¨energúmeno¨ ¨desquiciado¨ y ¨soberbio¨ por negarse a ser trasladado.
Por tanto, Monseñor Rolando de 56 años, fue condenado a 26 años y 4 meses de prisión tras ser declarado culpable por ¨Traición a la patria¨ por el criticado gobierno de Daniel Ortega.
Además de la pena de cárcel, fue despojado de su nacionalidad.
“Las noticias que llegan desde Nicaragua me han dolido no poco, y no pudo no recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Alvarez, a quien quiero mucho, condenado a 26 años de cárcel y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos”, expresó el papa Francisco.
El pontífice, dijo también que reza por ellos y “por todos aquellos que sufren en esa querida nación” y pidió a los fieles su oración para el país nicaragüense.
“Pidamos además al Señor la intercesión de la Inmaculada Virgen María para que abra el corazón de los responsables políticos y de todos los ciudadanos a la sincera búsqueda de la paz, que nace de la verdad, de la justicia, de la libertad y del amor” agregó.
Además, instó a los políticos a seguir con “la búsqueda sincera de la paz, que nace de la verdad, la justicia, la libertad y el amor, y se alcanza mediante el ejercicio paciente del diálogo”.
