Dice Rescate RD ganará alcaldía Distrito Nacional
El dirigente de la Fuerza del Pueblo, Rafael Paz consideró que en la República Dominicana debe consolidarse el compromiso con la transparencia, con nuevos métodos de gestión, y con gobiernos corporativos más eficientes.
Rafael Paz expresó que el país está compelido abordar el tema de la corrupción, no con una visión maniquea del problema, sino entender la naturaleza de cómo la sociedad se acostumbrado a gestionar lo público, y lo privado.
“Me va tocar lidiar, trabajar en este sistema político por cerca de 40 años, entonces debemos hacer una discusión que no sea maniquea de la corrupción”, refirió.
Señaló que hasta hace pocos años muchas de las empresas privadas no hacían auditorías financieras de gestión, ni tenían sistemas de gobiernos corporativos, pero hoy existe un compromiso con esos nuevos esquemas gerenciales.
Añadió que la cultura de la transparencia, más allá de un partido político, o de una determinada empresa, se debe constituir en el legado de toda una generación política, y de todos los partidos del sistema.
“Porque tenemos el potencial de convertirnos en un país desarrollado en una generación”, refirió.
En otro orden, el también secretario general de la Fuerza del Pueblo en el Distrito Nacional expresó que uno de los grandes desafíos de la oposición es reconquistar el Distrito Nacional en las elecciones de febrero próximo, y que la unión de esta organización con el PLD garantizan un mejor posicionamiento.
Señaló que la decisión del PRM de sacar de competencia a los cuatro pre candidatos que se presentaron a competir por la candidatura a la alcaldía por ese partido, tuvo que ver porque las encuestas reflejaban que la oposición los aplastaría a cualquiera de estos que se hubiera presentado.
Rafael Paz observó que los partidos que integran la alianza Rescate RD reconquistarán esta plaza política, porque hay elementos básicos de la gestión de una alcaldía que se han descuidado en el Distrito Nacional.
El dirigente de la Fuerza Pueblo citó entre esos males la seguridad ciudadana, el abandono de los sectores populares, y sobre todo, una Ley de Capitalidad, que garantice al gobierno de la ciudad la autonomía para poder gestionar esos males ancestrales.
