Afirman temor a represalias y desconfianza en las autoridades silencian a adultos mayores víctimas de abuso



En el marco del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez, la doctora Cristian Brujan, geriatra, ha puesto de relieve la preocupante realidad que enfrentan los adultos mayores en República Dominicana, donde el abuso y la negligencia hacia este sector poblacional alcanzan niveles alarmantes.

La especialista  señaló que el temor a represalias y la desconfianza en encontrar soluciones por parte de las autoridades impiden que muchos envejecientes denuncien los abusos que sufren.

«El maltrato de las personas de edad es un problema social mundial que afecta a la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo y es un problema que debe prevenirse lo antes posible», afirmó.

Sus declaraciones resaltan una problemática oculta y a menudo ignorada: el abuso y la negligencia hacia los ancianos, según la doctora Brujan, en República Dominicana, al igual que en muchas otras partes del mundo, los adultos mayores sufren abusos de diversos tipos, desde la toma de decisiones sobre su salud sin su consentimiento, hasta la negligencia en su cuidado diario. 

«Es muy común, se da mucho el abuso  a la hora de tomar decisiones sobre la salud, la familia esconde los diagnósticos y decide si el paciente se trata o no», explicó la doctora, señalando que frecuentemente los ancianos son silenciados y excluidos de asuntos que les conciernen directamente.

La especialista también destacó otras formas de maltrato, como la negligencia. «Otro tipo de maltrato es la negligencia, como es abandono, no medicar o alimentar adecuadamente, este tipo de trato deja a los ancianos en una situación de vulnerabilidad extrema, donde no solo se les priva de una vida digna, sino que también se les expone a riesgos graves para su salud física y emocional.

Resaltó que los adultos mayores  maltratados suelen presentar moretones sin explicación, laceraciones y marcas de haber estado atados. Además, el impacto emocional es profundo, pudiendo desarrollar agitación, miedo, depresión y ansiedad. 

«El abuso puede afectar a nivel cognitivo; la persona puede presentar depresión enmascarada, presentándose como un deterioro cognitivo», advirtió.

Para combatir este flagelo, Brujan insiste en la necesidad de implementar estrategias efectivas como las que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS): intervenciones por parte de los cuidadores, aliviar la carga que soportan las personas mayores, y la creación de centros de acogida de emergencias. 

Agregó que es crucial establecer sanciones claras sobre el maltrato a los adultos mayores, una área en la que la ley 352-98 aún presenta vacíos significativos. “El maltrato a los ancianos no puede seguir siendo un problema oculto. Es imperativo que tanto las autoridades como la sociedad en su conjunto tomen medidas para proteger a nuestros mayores y garantizarles una vida digna y segura”.

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