La bancarización aumenta en República Dominicana, pero persisten retos



El panorama financiero dominicano muestra avances notables en términos de bancarización, aunque persiste el desafío de ampliar la inclusión financiera para abarcar a un mayor segmento de la población. A pesar de los esfuerzos por parte del país en promover el acceso a los servicios bancarios en áreas urbanas y rurales, aún queda trabajo por hacer.

La reciente modificación integral al Reglamento de Subagentes Bancarios es un claro ejemplo del compromiso de las autoridades locales para fortalecer la red de subagentes y ampliar su papel en la oferta de servicios financieros.

Sin embargo, a pesar de contar con 7,290 unidades de puntos de acceso bancario (PAB) entre subagentes, sucursales y cajeros automáticos (ATM), solo el 55% de la población posee al menos un producto financiero formal, dejando a casi la mitad de la población económicamente activa (PEA) fuera del “pastel del sistema financiero”, según la Encuesta Nacional de Inclusión y Educación Financiera (ENIEF) 2023.


Factores como la falta de educación financiera, limitadas habilidades digitales y los requisitos para abrir una cuenta bancaria siguen siendo obstáculos significativos para la inclusión financiera. Aunque se han logrado reducir considerablemente los llamados “desiertos bancarios” en el país, con una disminución del 90% en la población sin acceso a puntos bancarios en sus demarcaciones, todavía existen áreas que carecen de estos servicios.

De acuerdo con el “Informe desiertos bancarios 2024”, de la Superintendencia de Bancos (SB), la población estimada sin PAB en sus demarcaciones pasó de 128,906 a solo 12,789 personas, para una reducción de 90%. Detalla que entre 2020 y 2024 el número de municipios de la geografía nacional considerados como desiertos bancarios o que no poseen sucursales, cajeros o subagentes bancarios, pasó de 11 a solo uno.

Explica que la expansión de los PAB durante el último año ha sido congruente con la tendencia de los últimos nueve años, mostrando una reducción significativa en los desiertos bancarios. Sin embargo, dos municipios en la región sur del país continúan enfrentando esta problemática: Cristóbal en la provincia Independencia y Los Cacaos en San Cristóbal.


A pesar de que los cajeros automáticos constituyen el punto de acceso bancario más frecuente en todo el país, con 3,528 (un 48.4%), seguidos por los subagentes bancarios, con 2,070 (28.4% del total), y las 1,692 (23.2%) sucursales, se evidencia que aún se requieren más esfuerzos para garantizar que un mayor porcentaje de la población pueda acceder a servicios financieros formales.

“Para abordar estos desafíos, se hace necesario incorporar en las estrategias de las entidades de intermediación financiera (EIF) iniciativas para expansión de servicios bancarios en áreas desatendidas”, destaca.

La SB agrega que esto implica implementar políticas que apoyen la ampliación de la presencia regional de los subagentes bancarios y promover el uso de la tecnología financiera (fintech) como medio para llegar a comunidades remotas.

Centralización
En 2023, más de la mitad de los PAB del país, un 52.6%, se encontraban concentrados en el Distrito Nacional, Santo Domingo y Santiago. Este dato revela una centralización de servicios y recursos en estas zonas urbanas, donde la demanda de servicios financieros es más pronunciada y la infraestructura es más avanzada. La población residente en estas provincias representa el 48.8%.

Alternativas
Al consultar a los participantes acerca del uso de diversos canales digitales y alternativos, el 86.7% afirmó haber utilizado cajeros automáticos, el 66.7% ha recurrido a aplicaciones móviles, el 46.7% ha hecho uso de los subagentes bancarios (SAB), mientras que un 33.3% ha optado por la banca en línea, según informe de la SB.

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