El cuento del Angel Tributario



Por José Luis de Ramón

Creo que es importante entender el contexto de la fiscalidad dominicana en su conjunto, y yo les voy a contar una historia que yo creo que va a ayudar a entenderlo rápidamente.

Resulta que una vez el Ángel Tributario andaba por el mundo dando consejos y se encontró con el Estado Dominicano, que le dijo:

Estado dominicano: Mira, yo tengo un problema.

Ángel tributario: ¿Qué problema tú tienes?

Estado dominicano: Yo quiero gastar más dinero porque en mi país hay déficit de educación, salud y muchísimas cosas, y no he pensado bien cómo yo voy a hacer esto.

Ángel tributario: Bueno, pero vamos a ver una cosa. Esto es muy simple: pones unas tasas impositivas, se lo cobras a la gente que tiene que pagarlas, ahí tienes el ingreso, coges ese ingreso, buscas las necesidades que tiene tu gente y tú te las gastas.

Vamos a empezar por la primera pregunta: ¿cómo están tus tasas impositivas?

Estado dominicano: Bueno, pues son altas.

Ángel tributario: ¿Pero altas comparadas con quién?

Estado dominicano: Bueno, con toda América Latina. De hecho, por ejemplo, impuesto sobre la renta en América Latina, tenemos la mala pata de que en tasa nominal y en tasa efectiva tenemos tasas de impuesto mucho más altas.

Ángel tributario: Bueno, pues por ahí no anda la cosa. Y en el plano personal, ¿cuáles son tus tasas?

Estado dominicano: También son más o menos las mismas tasas que paga el resto de los países que están relacionados conmigo.

Ángel tributario: ¿Y en el ITBIS, en el IVA?

Estado dominicano: Bueno, yo estoy por arriba del promedio de América Latina, pero hay algún país que tiene la tasa más alta que yo, pero en general la tasa está bien.

Ángel tributario: Pues parece que puedes hacer poco por ese lado. Pero déjame una pregunta: ¿la gente te paga?

Estado dominicano: No, la gente no me paga.

Ángel tributario: ¿Cómo que la gente no te paga?

Estado dominicano: No, mira, el 68% de la gente no me paga el impuesto sobre la renta de las personas físicas.

Ángel tributario: ¿Cómo? ¿Y cuánto calculas tú que se evade?

Estado dominicano: Bueno, se evade el 62% de las personas físicas, el 57% de los impuestos de las empresas y el 43% del ITBIS. Eso no cuenta y hay sectores exentos. Eso no cuenta, esto es lo que tienen que pagarme.

Ángel tributario: ¿Y por qué tú no le cobras?

Estado dominicano: Eso da mucha brega.

Ángel tributario: Bueno, vamos a ver, tú tienes ese problema, pero háblame del gasto. ¿En qué tú gastas el dinero?

Estado dominicano: Ah, no, mira, yo tengo muchos empleados, ya yo tengo 664,114 empleados.

Ángel tributario: ¿Y por qué tú tienes tantos empleados?

Estado dominicano: Imagínate tú, tengo que darle empleo a muchísima gente que yo tengo, tengo compromisos.

Ángel tributario: Bueno, está bien, la gente como quiera come. Pero ¿en qué más tú gastas el dinero?

Estado dominicano: Bueno, yo subsidio la electricidad.

Ángel tributario: ¿Cómo que tú subsidias la electricidad? O sea, ideológicamente ustedes como país han decidido, como son productores de petróleo o productores de electricidad, como Arabia Saudita, regalar la electricidad, o Venezuela.

Estado dominicano: No, nosotros no producimos petróleo.

Ángel tributario: ¿Y por qué regalan la electricidad?

Estado dominicano: Bueno, que las EDES son de nosotros. Imagínate tú, no tenemos una gente administrando eso, cobrar a la gente es un lío.

Ángel tributario: O sea, ustedes subsidian la luz porque no la pueden cobrar. Pero cobren la luz.

Estado dominicano: Eso da brega.

Ángel tributario: ¿Y a la gente le dan educación?

Estado dominicano: Oh, sí, nosotros hicimos un pacto nacional y decidimos darle el 4% del PIB para la educación.

Ángel tributario: ¿Y se lo han dado?

Estado dominicano: Sí, razonablemente bien, muy muy cerca.

Ángel tributario: ¿Y cómo les ha ido a los muchachos? Porque es muy diferente ingreso para servicios sociales que servicios sociales.

Entonces, el ángel tributario no estaba interesado en cuántos ingresos iban a los servicios sociales, sino qué había pasado con los estudiantes.

Estado dominicano: Muy mal.

Ángel tributario: ¿Cómo ustedes comparan con los países de la región?

Estado dominicano: Fatal, estamos por debajo de todos.

Ángel tributario: ¿Y han logrado algún avance?

Estado dominicano: Muy mínimo.

Ángel tributario: ¿Y por qué?

Estado dominicano: Bueno, mira, lo que pasa es que ahí está la ADP y nosotros, los que son miembros de la ADP luego son ministros de Educación y luego son presidentes del Congreso y son parte del partido, y entonces nos vamos turnando en un juego de sillitas, ¿verdad? Y ¿cómo le vamos a hacer que los maestros den clase y se preparen y den calidad? Eso da mucha brega.

Ángel tributario: ¿Y ustedes no pueden recortar nada?

Estado dominicano: Bueno, hay gente que son malas que dicen que debemos de recortar la publicidad, por ejemplo, o que quizás deberíamos mantenernos con un nivel de ostentación menor en muchas de las cosas.

Ángel tributario: Pero corten eso también.

Estado dominicano: No, eso da brega.

Ángel tributario: Entonces, ¿cómo tú financias lo que tú financias?

Estado dominicano: Bueno, yo lo que hago es que todos los años me endeudo.

Ángel tributario: ¿Cómo que tú te endeudas todos los años?

Estado dominicano: Sí, 4.4 y medio por ciento, yo me endeudo todos los santos años.

Ángel tributario: Pero tú pagas muchos intereses por eso.

Estado dominicano: Sí, ya yo estoy pagando el 25% del ingreso tributario de todo lo que me pagan, yo lo estoy pagando en intereses en el gobierno central. Pero cuando le sumo lo que tengo que pagar de intereses por el Banco Central, yo prácticamente estoy pagando un tercio de cada peso que recibo en ingresos tributarios en intereses nada más.

Ángel tributario: Tú no puedes seguir así. Tú tienes que hacer lo que da brega. Tú tienes que cobrar los impuestos a los que no lo pagan, tienes que diseñar mecanismos, más que leyes, que funcionen porque tú llevas demasiados años acostumbrando a tu país a que todo el mundo haga lo que quiera en materia impositiva y vas a tener que definir cuál es el rol del Estado.

El rol del Estado en tu país no parecería ser subsidiar la electricidad, sino solucionar otro tipo de problema. Tan pronto como tú te metas en esa onda, tan pronto como tú impongas reglas fiscales, cuando tú cambies porque lo que haces es lo mismo y esperas resultados diferentes, hasta que no cambies ese esquema que tienes en educación y cambies a otra cosa, porque ese no funciona.

Ahí terminó la conversación, donde básicamente se explica por qué hay que hacer una reforma integral. La reforma es, en realidad, del Estado. Nosotros podemos discutir mucho técnicamente aquí sobre qué tipo de impuesto es mejor que otro y eso es muy importante, cuáles impuestos son más regresivos, cuáles impuestos no lo son, qué áreas deben pagar impuestos y cuáles no, cuáles deben tener exenciones y cuáles no.

Pero al final, lo que tiene que haber es un cambio en el administrador. Porque sin cambio en la gestión, no tendremos cambios en los resultados.

No es un problema de este gobierno, yo tengo muchos amigos en este gobierno y en el gobierno anterior, porque tengo 64 años, sencillamente por cuestiones biológicas, soy amigo de todo el mundo. Y cuando hago análisis suelo hacerlo de largo plazo, porque no me interesa hacer un planteamiento de un gobiero o el otro, hace muchos años que vamos por la misma senda y el Estado es el que tiene que cambiar. Y lo que tiene que decir la ciudadanía al Estado es: sí, hay necesidades, pero tú eres muy malo gestionando esto, tú tienes que demostrarme que tienes algo de capacidad para gestionar esto si quieres que te dé mi dinero, y sí, tiene que haber equidad.

Si aquel no paga, yo tampoco. Entonces, la reforma que yo veo es la reforma tal como la vio el ángel: el Estado tiene que cambiar.

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