Ángel Martínez, quien se encontraba detenido en la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, fue trasladado en una ambulancia a un centro de salud, tras ser dejado en libertad por el juez Reymundo Mejía, del Primer Juzgado de la Instrucción.
Al momento de entrar a la ambulancia, Martínez exclamó: “necesito una sopa coño”, en señal de levantamiento de la huelga de hambre que presuntamente tenía desde hace varios días.
“Hoy muero, muero por la patria, porque mi decisión es vencer o morir”, dijo Martínez, al tiempo que advirtió que “no hay más disculpas, lo que hay es batalla, vamo a pelear ahora”.
Con relación a la decisión del juez, de dejarlo en prisión durante varios días por presuntamente agredirlo verbalmente, el imputado acusó a los magistrados de tener una actitud de gelatina y que su educación sobrepasa los límites de cualquier acusación malsana.
A Martínez se le conoció la medida de coerción relacionada con el caso de difamación e injuria contra la ministra de Interior y Policía, Faride Raful.
Hernández se encontraba detenido desde el pasado miércoles en la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, desde el pasado miércoles, tras faltarle el respeto al juez durante el conocimiento de la misma medida de coerción, aplazada para hoy.
El abogado Miguel Surun Hernández, representante legal de Ángel Martínez, dijo que el juez hizo justicia al imponerle a Ángel Martínez una medida de coerción.
Sin embargo, calificó el caso como un ataque a la libertad de expresión.
Faride Raful pasó a otra sala para conocer un caso relacionado con Ingrid Jorge (La Torito), a quien también acusó de difamación.
