Identificar cuáles son los peligros de las redes sociales y adoptar hábitos saludables permite disfrutar de sus beneficios sin comprometer el bienestar emocional y la salud mental.
“Cuando entras en una red social empiezas a observar imágenes de gente, cosas que hacen, etc. y lo que inevitablemente acaba sucediendo es que te acabas comparando”, apunta Gloria Calderón, responsable de la Unidad de Psicología de Olympia Quirónsalud, en Madrid.
Además, añade, “desde una perspectiva clínica hay un abuso del uso de las redes”. Esto implica que se acaben “activando circuitos de recompensa neuronales en el cerebro”, lo que hace que cada vez “se necesite más y más de ello”.
“La clave está en el equilibrio y en aprender a desconectarse de las redes cuando sea necesario”, asegura. Aunque, a veces, encontrar ese equilibrio puede resultar complicado.
Y es que, tal y como recuerda, diversos estudios en la última década han demostrado que el tiempo prolongado que pasamos frente a la pantalla, así como la exposición a ciertos contenidos, pueden tener consecuencias negativas para la salud mental.
Trastornos asociados al uso excesivo de las redes sociales
Con ello, la experta mantiene que algunos trastornos mentales se relacionan estrechamente con el mal uso de las redes sociales, favoreciendo su aparición o empeorando la sintomatología y el pronóstico, entre los que cita a los siguientes:
1. Ansiedad y depresión: La forma en que están diseñadas las redes sociales alude directamente a un sistema de recompensas que actúa directamente sobre nuestra química cerebral, generando problemas, de dependencia y ansiedad.
La presión social por obtener «me gusta» y comentarios positivos refuerza el uso compulsivo a estas plataformas, generando malos hábitos que pueden contribuir a la aparición de síntomas ansioso-depresivos, aclara.
Asimismo, el uso excesivo de las redes produce “miedo o pavor a perderse algo” porque, según la experta, “el individuo percibe que se está perdiendo cosas, lo que le hace estar constantemente mirando el móvil”.
2. Trastornos del sueño: El uso nocturno de redes sociales está relacionado con alteraciones en los patrones de sueño; además, la exposición a la luz azul de las pantallas reduce la producción de melatonina, lo que dificulta el descanso y puede provocar insomnio.
3. Trastornos de autoimagen y dismorfia corporal: La exposición constante a contenidos poco realistas e idealizados genera expectativas inalcanzables sobre la propia apariencia física, favoreciendo la aparición de serios problemas de autoestima y autoimagen, aumentando el riesgo de aparición de la dismorfia corporal; un problema psicológico caracterizado por la preocupación excesiva por los defectos físicos, y que se relaciona a menudo con trastornos de la alimentación (TCA), como la anorexia o la bulimia.
Buenos hábitos a la hora de utilizar las redes sociales
No obstante, Gloria Calderón considera que para reducir los peligros de las redes sociales en la salud mental es fundamental establecer límites y adoptar hábitos saludables:
• Establecer horarios de uso: definir momentos específicos del día para revisar las redes sociales evita la sobreexposición y ayuda a mejorar la concentración.
• Evitar el uso antes de dormir: reducir el tiempo frente a la pantalla al menos una hora antes de acostarse mejora la calidad del sueño.
• Consumir contenido de calidad: seguir cuentas que promuevan información positiva y evitar aquellas que generen ansiedad o comparación negativa.
• Priorizar la interacción offline: fomentar el contacto cara a cara fortalece las relaciones sociales y reduce la dependencia digital.
• Cuidar el contenido que compartimos: debemos proteger la privacidad y prevenir impactos negativos en la autoestima y la reputación. Uno de los mayores peligros de las redes sociales es la exposición que conllevan.