La administración del presidente Donald Trump prorrogó hasta el 5 de septiembre la autorización que permite la importación de gas licuado de petróleo (GLP) desde Venezuela, siempre que haya sido cargado en buques hasta el lunes 7 de julio o antes.
La decisión fue oficializada a través de la extensión de la licencia 40D del Departamento del Tesoro, que permite estas operaciones incluso si involucran a Petróleos de Venezuela (PDVSA) o entidades donde la estatal venezolana tenga al menos un 50% de participación.
La licencia, inicialmente otorgada en julio de 2021 y renovada desde entonces, mantiene restricciones: no autoriza pagos en especie con petróleo ni transacciones con personas bloqueadas fuera del entorno de PDVSA y sus filiales.
Esta medida se produce semanas después de que el Gobierno estadounidense dejara vencer la autorización que permitía a la petrolera Chevron operar en Venezuela.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, señaló que el presidente Trump ordenó no renovar licencias petroleras otorgadas durante el mandato de Joe Biden, las cuales —según la Casa Blanca— beneficiaban al gobierno de Nicolás Maduro.
Durante la administración Biden, EE.UU. flexibilizó algunas sanciones petroleras tras el reinicio del diálogo entre el gobierno venezolano y sectores de la oposición.
