El cáncer de pulmón continúa siendo una de las enfermedades más frecuentes en la región, y sus causas van mucho más allá del hábito de fumar. Así lo asegura Diego Maldonado, especialista en neumología de Cleveland Clinic, quien advierte que múltiples factores de riesgo afectan a la población latinoamericana, incluso a quienes nunca han fumado.
De acuerdo con el especialista, además del tabaquismo, existen otros elementos que aumentan considerablemente la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Entre ellos se destacan la exposición prolongada a contaminantes ambientales, especialmente en grandes ciudades con altos niveles de partículas finas (PM2.5); la exposición ocupacional al asbesto, arsénico, radón y otros carcinógenos; los antecedentes familiares que podrían indicar una predisposición genética; y el uso prolongado de leña para cocinar sin ventilación adecuada, principalmente en zonas rurales.
El doctor Maldonado también hace un llamado de atención sobre las señales tempranas de la enfermedad que, por ser comunes en otras afecciones respiratorias, suelen ser ignoradas o mal interpretadas. Entre ellas menciona la tos persistente, a menudo confundida con bronquitis o infecciones respiratorias; la dificultad para respirar, que puede parecer asma o EPOC; el dolor torácico, atribuido frecuentemente a causas musculares o cardíacas; y el sangrado al toser (hemoptisis), que, aunque es más específico, también puede relacionarse con infecciones pulmonares.
En cuanto a los avances médicos, el especialista destaca tecnologías que han revolucionado la detección y el tratamiento del cáncer de pulmón. Entre ellas, la tomografía computarizada de baja dosis (LDCT), que permite una detección temprana en pacientes de alto riesgo; y las biopsias líquidas, que identifican mutaciones genéticas asociadas al cáncer a través de análisis de sangre, sin necesidad de procedimientos invasivos. Para el tratamiento, resalta técnicas mínimamente invasivas como la cirugía robótica y la toracoscopia asistida por video (VATS), así como el uso de terapias dirigidas y tratamientos inmunológicos, que actúan sobre mutaciones específicas o refuerzan el sistema inmunológico para combatir el cáncer.
El galeno señala también que el perfil del paciente con cáncer pulmonar ha cambiado, ya que cada vez son más los casos en personas no fumadoras, en parte debido a la contaminación ambiental y la exposición a agentes químicos. Las partículas finas (PM2.5) y otros contaminantes presentes en las grandes ciudades están estrechamente relacionados con el desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón.
Finalmente, el neumólogo recomienda que las personas con antecedentes familiares o exposición prolongada a humo, químicos o contaminación realicen chequeos médicos regulares, eviten el humo de segunda mano, y tomen medidas preventivas como el uso de mascarillas protectoras en entornos laborales con polvo o químicos, mantener una dieta saludable rica en antioxidantes, practicar ejercicio para fortalecer los pulmones, y consultar con un médico sobre pruebas de detección temprana como la LDCT si pertenecen a grupos de alto riesgo.
