Brooke Hogan, hija del fallecido luchador profesional Hulk Hogan, reveló que su padre murió sin conocer a sus nietos debido a una prolongada fractura familiar.
En un mensaje publicado en redes sociales tras el fallecimiento del exluchador, Brooke explicó que la relación con su padre se vio afectada en los últimos años por diferencias familiares y un distanciamiento emocional. “Hice todo lo que pude. Él sabía cuánto lo amaba y que cruzaría un edificio en llamas por él”, escribió.
La hija del excampeón de la WWE aseguró que nunca hubo una “gran pelea” entre ambos, sino desacuerdos privados que “nadie escuchará o entenderá”. Según relató, acompañó a su padre durante cirugías y problemas de salud, pero con el tiempo sintió una desconexión.
Brooke, de 37 años, tuvo mellizos en 2025 junto a su esposo, el exjugador de hockey Steven Oleksy, y decidió honrar la memoria del luchador “Mean” Gene Okerlund dando a su hija el segundo nombre “Gene”. Sin embargo, lamentó que Hogan nunca llegara a conocerlos.
El luchador, cuyo nombre real era Terry Bollea, falleció el pasado jueves a los 71 años en su residencia de Clearwater, Florida, tras un paro cardíaco. La noticia llega en medio de un historial de tensiones dentro de la familia, marcado por las disputas entre Hogan y su exesposa Linda Bollea, y declaraciones cruzadas con Brooke sobre episodios de abuso emocional y verbal.
A pesar de la distancia en sus últimos años, Brooke afirmó que siempre existió “un vínculo sagrado” entre ambos: “Todo lo que quise de mi papá fue amor, honestidad y una conexión profunda. Por un tiempo lo tuvimos, y me quedo con esos recuerdos”.
