En este caso, el estudio se centró en 30 mujeres y 35 hombres que han recibido terapia antirretroviral contra el VIH durante 20 años.
El sistema inmunitario femenino puede suprimir de forma más eficaz que el de los hombres el reservorio viral del VIH, que está formado por un grupo de linfocitos afectados por el virus, pero que no producen activamente nuevas partículas de este, según sugiere un estudio.
Una investigación encabezada por el Ragon Institute (EE.UU.) y que publica Science Advances ha descubierto que los hombres y las mujeres que viven con el VIH presentan diferencias en las características del reservorio viral.
Las mujeres representan más de la mitad de todas las personas que viven con VIH en el mundo, pero hay muy pocos estudios sobre cómo interactúa su sistema inmunitario con el reservorio viral, y los ensayos clínicos de nuevas terapias reclutan principalmente a hombres.
En este caso, el estudio se centró en 30 mujeres y 35 hombres que han recibido terapia antirretroviral contra el VIH durante 20 años y analizaron cómo era el reservorio latente de este virus.
Esos reservorios latentes los forman un grupo de linfocitos T CD4 en el cuerpo que están infectados por el virus, pero que no producen activamente nuevas partículas de este. Para los investigadores, uno de los retos es descubrir formas de detectarlos y destruirlos.
Los resultados sugieren que el sistema inmunitario femenino «puede ejercer una presión selectiva sobre las células portadoras del VIH de forma más eficaz que el masculino», señala la revista.
Los investigadores analizaron más de 4.000 genomas de provirus (la forma del VIH que se integra en el ADN de la célula huésped) y, en general, las mujeres mostraron un reservorio genéticamente menos complejo de provirus del VIH.
En comparación con los hombres, las secuencias provirales en las mujeres tendían a integrarse con mayor frecuencia en áreas del genoma humano que bloquearían la replicación viral.
Un análisis de las células inmunitarias innatas sugirió que las mujeres albergaban más células asesinas naturales –un tipo de linfocitos– con la capacidad de suprimir el reservorio.
Los investigadores consideraron que el estudio refuerza la importancia de tener en cuenta el sexo en el diseño y la aplicación de intervenciones médicas orientadas a la curación.
Además, indicaron que las mujeres pueden ser mejores candidatas para explorar estrategias dependientes de la inmunidad innata.