La primera novela para adultos de Reese Witherspoon comenzó con el tipo de inspiración que los escritores de ficción veteranos conocen bien: un personaje que no la dejaba en paz.
Un médico militar que termina realizando cirugías plásticas para clientes misteriosos.
“Nunca había tenido una idea para un personaje en toda mi vida. Estaba como viviendo en mi cabeza, y una vez que eso sucediera, supe que tendría que hacer algo al respecto”, dijo Witherspoon esta semana mientras ella y el coautor Harlan Coben hablaban en una sala de conferencias de la tienda Apple SoHo en el centro de Manhattan, poco antes de su entrevista para un próximo podcast, Bookmarked by Reese’s Book Club.
“Y entonces llamé a Harlan”.
La novela, recién publicada, se titula “Gone Before Goodbye”. La mujer en la mente de Witherspoon se convirtió en Maggie McCabe, cirujana de combate del ejército cuyos reveses profesionales la llevan a aceptar un lucrativo, pero sospechoso, trabajo de cirugía plástica que la llevará a todas partes, desde Rusia hasta Dubái, y la atrapará en un rompecabezas de asesinatos, identidades múltiples y coincidencias estremecedoras. “Gone Before Goodbye” comenzó con Witherspoon, pero tiene la clase de tramas complejas e historias de fondo inquietantes que conocen los numerosos lectores de Coben.
Las carreras de Witherspoon, de 49 años, y Coben, de 63, han discurrido en paralelo durante décadas: ella es la actriz y productora ganadora del Óscar, cuyos créditos incluyen “En la cuerda floja”, “Legalmente rubia” y “The Morning Show”, y él es el autor de novelas policiacas con ventas millonarias como “No se lo digas a nadie”, “Engáñame una vez” y “Sin segunda oportunidad”. Pero sus intereses también se han solapado. Más allá de su influyente club de lectura, Witherspoon es una de las figuras más destacadas de Hollywood en defensa de la lectura y la alfabetización, mientras que Coben ha visto muchos de sus libros adaptados al cine y la televisión.
Witherspoon comenta que se conocieron en una conferencia hace unos nueve años y que ella siempre ha sido una admiradora de su obra. Cuando decidió escribir una novela, contactó con Coben, quien nunca había trabajado con un coautor.
“Me desconfiaba la idea de colaborar. No soy de esos”, dijo. “Pero cuando me contó la idea y empezó a hablar de médicos privados que operaban ilegalmente a gente muy rica, y luego algo salió mal. Y eso es un poco de mi estilo, pero no. Y me encantó. Es como cuando tienes una idea, como si se te clavaran los ganchos en la cabeza, ¿sabes?, y todas esas ideas se precipitaron”.
Maggie McCabe podría parecer un papel excelente y desafiante para una actriz como Reese Witherspoon. Y “Gone Before Goodbye” tiene un claro enfoque cinematográfico, con su mezcla de lugares exóticos, escapadas por los pelos y enfrentamientos mortales. Pero no se han vendido los derechos y ambos autores afirman que quieren que el libro se disfrute como tal, por ahora. Coben explicó que trabajaron bajo ciertas reglas básicas: sin escritores aparte de ellos mismos y sin pensar más allá del proyecto en cuestión.
“El beso más grande de la muerte, a pesar de cuántas adaptaciones he hecho de mis propios libros, es escribir una novela pensando: ‘Oh, esto va a dar lugar a una muy buena película’”.