El dirigente político Eric Ortiz, del partido Opción Democrática (OD), propuso una reforma integral al esquema de salarios mínimos en la República Dominicana, con el objetivo de vincular los ingresos de los trabajadores al costo real de vida en cada región del país y promover un crecimiento económico más justo y sostenible.
Ortiz expresó que un salario mínimo debe tener sentido humano y lógica económica, al plantear la creación de un salario mínimo por zonas geográficas, anclado al valor de la canasta básica regional y actualizado de forma automática según la inflación local.
“Lo mínimo para subsistir no puede depender del tipo de empleo que tengas, sino de los gastos que enfrentas donde vives. Un salario mínimo por zonas es más justo con las familias y más racional para las empresas. Al eliminar los ‘saltos’ por tamaño de empresa, dejamos de castigar a quien quiere crecer y contratar”, afirmó Ortiz.
Hacia un modelo más justo y eficiente
La propuesta sustituye el actual esquema de más de una docena de tarifas por sector y tamaño de empresa por un sistema simplificado y territorialmente ajustado.
Además, incluye un paquete de medidas pro-productividad para las micro, pequeñas y medianas empresas, con incentivos fiscales, apoyo técnico y simplificación de trámites para fomentar la formalización laboral.
El plan contempla cinco ejes principales que son: salario mínimo por zona geográfica, anclado a la canasta familiar regional. Actualización automática semestral basada en el IPC regional y revisión bienal tripartita; eliminación de la clasificación por tamaño de empresa para fines de salario mínimo, reindexación anual de la tabla del ISR asalariado, protegiendo el ingreso real de los trabajadores, y compañamiento pro-productividad con créditos fiscales y programas de eficiencia para mipymes.
Datos que sustentan la propuesta
Según el Banco Central, la canasta básica familiar en septiembre de 2025 osciló entre RD$38,274. En la Región Sur y RD$54,797 en la Región Ozama, una diferencia de más de RD$16,500 mensuales.
La inflación también varía por región, lo que refuerza la necesidad de una política salarial diferenciada, dijo.
A pesar de que la informalidad laboral cayó a su mínimo histórico de 53.4%, aún afecta a más de la mitad de los ocupados. Ortiz considera que un esquema salarial más simple y realista contribuiría a aumentar la formalización y mejorar la competitividad empresarial.
Beneficios esperados
Entre los beneficios están: aumento del poder adquisitivo y del consumo interno, incentivo a la contratación y crecimiento de las empresas sin penalizar su tamaño. Descentralización económica, impulsando inversión y empleo en las regiones rurales. Reducción de la informalidad mediante reglas claras y costos laborales predecibles, y rogresividad fiscal, al evitar que la inflación erosione los ingresos reales.
