Ni derechas ni izquierdas, hoy la definición es sobre la base de la libertad



Por:
Isidro Toro Pampols

La tradición ubica a los sistemas políticos sobre una línea en cuyos extremos se encuentran la izquierda y la derecha y, sobre esa base, se identifican agrupaciones e individuos como de centro izquierda o centro derecha hasta llegar a la extrema izquierda o extrema derecha.

Los politólogos han desarrollado, y continúan construyendo, modelos teóricos diferenciados con el fin de clasificar los sistemas políticos.

David Fraser Nolan (1943-2010), quien fue un politólogo, político y activista libertario estadounidense, desarrolló un sistema de análisis que expuso un diseño por el que trata de mejorar la taxonomía política simple de izquierda-derecha, separando las cuestiones de la libertad económica y de la libertad social, presentándolas en un diagrama político.

Desarrolló el llamado Gráfico de Nolan donde busca expandir el análisis de las opiniones políticas más allá del espectro político tradicional que mide la política a lo largo del eje unidimensional izquierda-derecha para convertirlo en un gráfico de dos dimensiones: grados de libertad económica y grados de libertad personal.

Sobre la base de lo expuesto, plantea cuatro sistemas políticos: Autoritarismo, caracterizado por un nivel bajo tanto de libertad económica como de libertad personal. Aquí se enmarcan los gobiernos populistas, estatistas, cesaristas, totalitarios. Progresismo, que amparan un nivel bajo de libertad económica y un nivel alto de libertad personal. Se identifican con diversas tendencias que se autodenominan de izquierda. Conservadurismo, que preservan un nivel alto de libertad económica y un nivel bajo de libertad personal. Lo identifican con ideologías de derecha. Liberalismo, que defiende un nivel alto tanto de libertad económica como de libertad personal, enmarcándose la democracia en este cuadrante. Hay un quinto que en el gráfico se coloca en el centro pero que, en la vida real, siempre tiende hacia uno de los polos precitados.

De su lado, Robert Alan Dahl (1915-2014) también estadounidense, quien mantuvo una polémica en los años sesenta con el sociólogo Charles Wright Mills sobre la función de los grupos de poder en la toma de decisiones dentro de la política de los Estados Unidos, elaboró un modelo de análisis.

No vamos a entrar en el desarrollo de la citada discusión y si sobre la tipología que establece Dahl para no solamente clasificar los sistemas políticos sino los mecanismos de cambios en estos.

Al igual que Nolan establece dos dimensiones: la participación y la oposición política.

La participación política entendida como la posibilidad de los ciudadanos de ser motivados e incorporados para ser parte de los procesos políticos. La oposición política entendida como la posibilidad de contestar y retar tanto las decisiones como la permanencia en el cargo de quienes ocupan el gobierno.

Dahl establece un gráfico con los ejes “X” e “Y” incorporando las dimensiones de participación y oposición política, resultando un modelo del cual se desprenden cuatro tipos de regímenes: hegemonías cerradas, con niveles mínimos de tolerancia a la oposición y de participación política; hegemonías incluyentes, con niveles muy altos de movilización política de la población, pero casi nula tolerancia a la oposición; oligarquías competitivas, donde el nivel de participación de la población es muy bajo, mientras las distintas élites compiten entre sí por el poder de forma libre y, finalmente, las poliarquías o, diríamos, democracias, en las que hay alto nivel de inclusión de la población en la escogencia del gobierno y otras decisiones políticas, así como alto nivel de tolerancia a la oposición que aspira llegar a gobernar.

Recordemos que estos modelos son teóricos que facilitan aproximaciones en el proceso de estudios de realidades políticas que, por ser humanas, son de alta complejidad.

Así que es un reduccionismo la tipología de derecha e izquierda, hoy la definición es entre autoritarismo, que limita la autonomía y por ende la participación del ciudadano, frente a la libertad que abre caminos a la inspiración en búsqueda del progreso, calidad de vida y una sociedad armónica, como es el verdadero ideal democrático.

Vea usted su país y saque sus conclusiones.

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