Sistema carcelario con severas presiones en salud mental



  • Para abordar esta crisis, los expertos participantes en el simposio, celebrado durante el fin de semana, emitieron la “Declaración Iberoamericana sobre Salud Mental y Sistema Penitenciario”.

Los expertos señalan que entre el 12 y 13% de los reclusos presentan depresión, mientras que alrededor del 3 y 4% tiene psicosis.

El X Foro Internacional de Salud Mental y Sistema Penitenciario concluyó con una firme advertencia: el sistema carcelario dominicano enfrenta presiones severas con el acceso a servicios psicológicos y de salud mental.

Para abordar esta crisis, los expertos participantes en el simposio, celebrado durante el fin de semana, emitieron la “Declaración Iberoamericana sobre Salud Mental y Sistema Penitenciario”.

En dicho documento, que resume los temas tratados, los especialistas proponen soluciones bajo distintos parámetros.

Expertos sugieren

En el marco de la celebración del Día Internacional de la Salud Mental, este fue uno de los aspectos más criticados concernientes a los reclusos.

Se destaca que la atención psicológica o psiquiátrica intermitente o inexistente aumenta las crisis agudas, los episodios de la violencia intramuros y el deterioro funcional, lo que dificulta la reinserción social y laboral y constituye una violación de derechos.

Ante esta problemática, los expertos propusieron abordar la crisis de salud mental como un patrón estructural que demanda acción colectiva y sostenida, considerándola una “emergencia de salud pública”.

Entre las propuestas incluyen, implementar valoraciones psiquiátricas y psicosociales estandarizadas al momento de la detención, como una Evaluación Universal al Ingreso.

Esto con el objetivo de “identificar riesgos y diagnósticos desde el primer momento, junto a una clasificación adecuada y la atención profesional desde la llegada a los centros penitenciarios, asegurando que la evaluación inicial viabilice este proceso”, reseña el comunicado.

Recomendaciones

Entre las propuestas emitidas en la “Declaración Iberoamericana sobre Salud Mental y Sistema Penitenciario”, los expertos sugieren incrementar los recursos y financiamiento.

Consideran que, aumentando la contratación de psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y médicos que garanticen la continuidad de la atención farmacológica y terapéutica, establecerán “Unidades Especializadas”.

El informe propone asumir como una prioridad la aplicación de intervenciones basadas en evidencia, con programas que han demostrado reducir las crisis, las autolesiones y los episodios de violencia.

Asimismo, proponen adoptar un enfoque terapéutico y rehabilitador al establecer un sistema integral de cero ocio, transformando la gestión carcelaria hacia la reinserción social efectiva.

Capacitación especializada

Los especialistas que intervinieron en las conclusiones puntuales del foro sobre salud mental sugieren que, para ejecutar acciones que contribuyan a los avances del sistema carcelario, requieren de la “capacitación especializada del personal penitenciario”.

Esto con el objetivo de “distinguir síntomas mentales de faltas disciplinarias, y aplicar un tratamiento integral”.

En ese contexto, recomiendan aplicar intervenciones profesionales bajo un sistema cíclico de evaluación y monitoreo, promoviendo la salud integral en los centros.

También, proponen diseñar programas de visitas, pasantías y seminarios con estudiantes de psicología, psiquiatría y trabajo social de universidades, esto con la misión de fomentar la integración académica.

Aconsejan el relanzamiento de la reforma penitenciaria dominicana, en base a estándares de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“El sistema debe funcionar como un proceso cíclico y continuo, garantizando una intervención adaptativa y efectiva”, exhortan los especialistas.

Datos generales

Según datos internacionales, el informe de clausura del foro sobre salud mental y sistema penitenciario afirma que las poblaciones carcelarias presentan prevalencias superiores de trastornos mentales en comparación con la población general.

Los expertos señalan que entre el 12 y 13% de los reclusos presentan depresión, mientras que alrededor del 3 y 4% tiene psicosis.

El expediente concluye con que muchos estudios demuestran que en Iberoamérica existe una tasa elevada de trastornos por uso de sustancias.

Estos abarcan: Ansiedad, depresión y psicosis, agravadas por factores penitenciarios como hacinamiento, detención preventiva prolongada, rupturas en la continuidad de tratamientos farmacológicos y escasez de personal especializado, dejando una estela de sufrimiento, estigmatización y pérdida de oportunidades para la reparación social”, detallan los especialistas.

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