Por Daniel Toribio
¿Siente que gana un poco más, pero cada mes tu salario se esfuma más rápido?
No es tu imaginación: miles de trabajadores dominicanos están pagando un impuesto silencioso al Estado sin que se haya aprobado una reforma fiscal.
La razón es simple: desde 2018, el Gobierno ha ignorado el mandato expreso del Código Tributario (Ley 11-92) de ajustar la escala del Impuesto sobre la Renta (ISR) por inflación.
Mientras los precios han subido cerca del 40 % en este periodo, las tablas del impuesto permanecen congeladas.
Actualmente, el límite de ingresos libre de impuestos es de RD$34,685.00 mensuales.
Sin embargo, para mantener el poder adquisitivo que se tenía en 2018, ese umbral debería rondar los RD$48,559.00 al mes.
Es fundamental entender que subir ese monto exento beneficia a todos los asalariados, sin importar su nivel de ingreso, pues una parte mayor de su salario queda libre de tributación.
Además, un simple aumento nominal para compensar la inflación empuja a «saltar de tramo» (el bracket creep), haciendo que paguemos tasas marginales más altas, a pesar de no haber mejorado la riqueza real.
En esencia, el Gobierno nos grava como si fuéramos más rico.
Es injusto e ilegal.