La Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales inició este miércoles el desahogo de la Penitenciaría Nacional La Victoria, con el traslado de un primer grupo de privados de libertad hacia la Cárcel Las Parras.
El titular, Roberto Santana, lo definió como un centro que reformará a los internos, pese a que algunos de los familiares no están muy conformes.
La lucha contra el hacinamiento en las cárceles pasa de las palabras a los hechos.
Con el traslado de los primeros 300 privados de libertad desde la Penitenciaría de La Victoria hacia la Cárcel de Las Parras, en 6 autobuses estrictamente resguardados por oficiales.
«Bueno, estoy contento, finalmente pasamos a esa página, tengo más de 20 años bregando con esto, Hipólito Mejía confió en esto en el 2002 cuando empezamos, era muy difícil; Leonel Fernández también creyó en esto, el tema después se detuvo, y cuando Luis Abinader llegó, encontró el proyecto de reforma descontinuado, y lo ha retomado», manifestó Roberto Santana, director de prisiones.
Esto representa, para el director de Prisiones, el principio del fin de la indiferencia hacia los internos y la corrupción en el sistema penitenciario.
Inicio del cierre definitivo de La Victoria
«Cero ocio, agricultura, educación obligatoria, trabajo obligatorio, cero celulares, todo el mundo uniformado, todo el mundo trabajando y produciendo, y mandándole dinero a su familia, familias que pasan trabajo y no al revés, como pasaba en la bendita Victoria esa, que todas las semanas las mamás y demás tenían que mandarle dinero a los privados de libertad, cero drogas, cero ilícitos, cero corrupción», añadió Santana.
La medida no resulta del agrado de Joselyn Sierra, cuyo hijo visitaba religiosamente en La Victoria, y al igual que su nuera Ana María, les preocupa la distancia y la comunicación.
«Yo lo que no estoy de acuerdo es que aquí, no sé si se pueda ver mejor, porque allá yo lo podía ver más mejor, pero aquí siento como que va a ser más incómodo para mí», afirmó Joselyn Sierra, madre de un privado de la libertad.
«Nos los hallamos lejos. Nosotros vivimos en Sabana Perdida; mi esposo tiene seis años allá en La Victoria. Yo soy madre soltera, ella es madre soltera. Si está en La Victoria, nosotros podemos llevarle cualquier comida, pero para acá, mil pesos no cobro un carro y nos dejó aquí», detalló Ana María, esposa de un privado de la libertad.
La Cárcel de Las Parras fue inaugurada en 2020, y ahora es que funcionará como un Centro de Corrección y Rehabilitación con capacidad para albergar hasta 8 mil presos en sus 6 millones de metros de solar.
Roberto Santana informó que continuarán trasladando los privados de libertad de La Victoria, divididos en grupos de 300 hasta completar el total de 2,400.