El exministro de Educación, Carlos Amarante Baret, dijo que ciertamente hay escuelas paralizadas por diferentes motivos, pero puntualizó que “múltiples razones se presentan para que esto suceda, sin tener nada que ver con dispendio, irregularidades o corrupción. Son los llamados adicionales”.
Aseguró que las aseveraciones de las actuales autoridades del Ministerio de Educación “están sesgadas por el odio destructivo hacia los logros evidentes obtenidos con la inversión del 4 % en la educación preuniversitaria”.
Las aseveraciones de las actuales autoridades del Ministerio de Educación están sesgada por el odio destructivo hacia los logros sevidentes obtenidos con la inversión del 4% en la educación preuniversitaria.
Hace unas semanas, ese mismo ministerio filtró una denuncia irresponsable a un periódico de circulación nacional hablando de un supuesto desfalco cometido por las gestiones del gobierno pasado, a propósito de los avances entregados a los contratistas ganadores de sorteos de obras y que aún no han iniciado, quedando evidenciado que no había tal desfalco. Como se vio, era solo la voluntad expresa de hacer daño.
El informe suministrado por el MINERD habla de 751 escuelas terminadas, 85 pendientes de pago (nos imaginamos que están concluidas), 78 en espera de aprobaciones del ministerio y 19 agotan procesos internos, es decir, que la misma auditoria de obras levantada para hacer daño, lo que refleja es que 933 escuelas ya deberían estar terminadas si la falta de voluntad y la burocracia no prevalecieran en la actual gestión del Ministerio de Educación.
Es cierto que hay escuelas paralizadas por diferentes razones, las cuales nunca son explicadas por las actuales autoridades. Situaciones de carácter técnico-legal se presentan al momento de iniciar una construcción que impiden su inicio, tales como conflictos entre propietarios del terreno, entre herederos, etc. Ellos lo saben.
En el PNEE se presentaron muchos casos donde la obra presupuestada originalmente, terminó su costo siendo más elevado. Múltiples razones se presentan para que esto suceda, sin tener nada que ver con dispendio, irregularidades o corrupción. Son los llamados adicionales.
Razón que explican los adicionales en la construcción de escuelas: LAS PARTIDAS NUEVAS. Esta condición generó la gran mayoría de los aumentos en el costo de las Edificaciones Escolares, pues al momento del sorteo solo se conocía el sector a impactar desde el punto de vista educativo y no la localización exacta para la edificación, que dependía de la identificación y adquisición del terreno, cuyas condiciones sumaran lo mejor posible para la edificación del citado centro.
De manera particular, habiéndose identificado el terreno, aparecían tres situaciones que provocaron los aumentos en el costo final de la obra, dependiendo básicamente de las siguientes características:
UBICACIÓN: en algunos de los casos el terreno identificado no poseía las facilidades de acceso (calle asfaltada y aceras y contenes seguras para el peatón), energía eléctrica y agua potable, por lo que había que crear las condiciones necesarias para resolver estos aspectos.
TOPOGRAFÍA: esta condición podía generar adicionales importantes como: movimientos de tierra (corte y relleno), muros de contención, canalización de aguas superficiales, verja perimetral, etc.
CALIDAD DEL SUELO: en ocasiones, los resultados del estudio de suelo, preliminar al inicio de la construcción, arrojaba condiciones del mismo que impactaban el diseño estructural original, siendo necesario los cambios correspondientes en la fundación de la edificación, (sistema de zapatas, mejoramiento de suelo, hincado de pilotes, reducción de pisos por módulos, etc.).
A esta última condición se sumaba en algunos casos, las condiciones geotécnicas que presenta la existencia de las zonas de alto riesgo sísmico, que provocaba reforzamiento estructural importante o reducción del número de niveles a construir.
El Programa Nacional de Edificaciones Escolares (PNEE) fue ejecutado sin prejuicios políticos, participando cientos de profesionales de la ingeniería sin que se le preguntara a qué partido político pertenecían, ejemplo de lo que afirmo es el actual director del PNEE, Ing. Arturo García, quien se ganó la Escuela Básica El Cacique en Monte Plata. Se trata de un programa hermoso, inclusivo, con sus fallas, pero jamás con acciones que puedan sindicarse como ajenas a las leyes, a las buenas costumbres y a los valores éticos y morales que profesamos.
Dándole las gracias anticipadas, queda de usted,
