Los Angeles Lakers empiezan el nuevo curso de la NBA con mal pie. Cayeron en un Staples Center a rebosar de forma clara y sorprendente por 114-121 ante unos Golden State Warriors que presumieron de fondo de armario y no necesitaron los triples de Stephen Curry para ganar.
El astro de la Bahía registró el octavo triple-doble de su carrera profesional y lideró con 21 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias un triunfo muy distinto a los de la última dinastía del equipo de San Francisco. Los visitantes anotaron más desde dentro de la pintura que desde fuera, y Curry se quedó en un 2 de 8 en triples y un 5 de 21 en tiros de campo.
«Esta noche hemos navegado la tormenta», valoró el ’30’ de Golden State tras el encuentro. «He jugado fatal, pero conseguir la victoria generando buenas oportunidades y defendiendo bien ante un gran equipo es un buen presagio para el equipo».
Los Lakers, que se las prometían felices con el 59-53 (+6) al descanso, terminaron desmoronándose ante la falta de efectivos. Una vez más, el equipo se redujo al talento y talante de LeBron James –autor de 34 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias (13-23)– y Anthony Davis –33 puntos, 11 rebotes y 2 tapones–. Las costuras de L.A. se resquebrajaron en los minutos que coincidieron Rajon Rondo y Russell Westbrook sobre la pista.
La actuación del base, el tercer mejor pagado de la NBA, fue notablemente pobre. Además de acumular una técnica y varios enfados, la gran incorporación de mercado de la franquicia de Hollywood terminó con 8 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias, muy lejos del estreno soñado.
Más allá de los puntos de LeBron y AD, los únicos dos supervivientes de la temporada pasada junto a Horton-Tucker (ahora lesionado), el conjunto de Vogel se quedó incapacitado ante la propuesta de Steve Kerr. «Es solo un partido, queremos aprender de ello y mejorar», apuntó LeBron.
Con un movimiento de balón alegre, Golden State incluyó a todos los jugadores en la distribución y ejecución del partido. Les costó aguantar el inicio incandescente del par de ases angelinos sin Curry, pero con el paso de los minutos la apuesta terminó por funcionar. Jordan Poole, cubriendo la baja de Klay Thompson en el quinteto titular, se salió en la segunda mitad y aportó 20 puntos (4-11 en triples) en la victoria.
Otro que se salió fue el recién llegado Nemanja Bjelica, resucitado bajo las órdenes de Kerr con 15 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias en su estreno oficial como Warrior. Su +20 de valoración en la hoja estadística habla muy bien de su partido y del excelente trabajo de pretemporada del equipo. Otros que aportaron su granito de arena fueron Damion Lee (15), el retornado Andre Iguodala (12) y un Andrew Wiggins (12) que tuvo sus más y sus menos. De él si que se espera mucho más todavía.
Toda la pompa de los Lakers antes del partido se deshizo en la segunda mitad ante un mejor equipo. Sobre el papel son los favoritos, y un gran equipo. Ni Westbrook, ni Carmelo Anthony (9), ni Rondo (3) ni Dwight Howard (5) dejaron por ahora su impronta. Al igual que los Nets, los preferidos de las casas de apuestas, empezaron cayendo con estruendo.
