Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica Sudafricana, dio detalles sobre la nueva cepa de COVID-19, Ómicron, y su serie de síntomas nuevos.
Angelique Coetzee, la médica sudafricana que dio la voz de alarma sobre la nueva variante de COVID-19, Ómicron, reveló que los pacientes presentan síntomas “inusuales”. Denominada la semana pasada como “variante preocupante” por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es potencialmente más contagiosa que las variantes anteriores, aunque los expertos aún no saben si causará COVID-19 más o menos grave en comparación con otras cepas.
La especialista que dirige una clínica privada en Pretoria, la capital administrativa de Sudáfrica, e informó que, a principios de este mes, se dio cuenta de que los pacientes de COVID-19 presentaban una serie de síntomas extraños.
La sintomatología inusual no incluía detalles asociados al COVID-19 como la pérdida de olfato y gusto, sino síntomas como fatiga intensa y pulso elevado.
“Sus síntomas eran tan diferentes y más leves de los que había tratado antes”, declaró la Coetzee a The Telegraph.
La médica informó de sus hallazgos a la junta asesora de vacunas de Sudáfrica el 18 de noviembre, cuando trató a una familia de cuatro miembros que sufrían una intensa fatiga tras dar positivo en la prueba de COVID-19.
Descubierta por primera vez en Sudáfrica a principios de este mes, Omicron ya se detectó en Gran Bretaña, Alemania, Italia, Bélgica, Botsuana, Israel, Hong Kong y Australia.
Coetzee aseguró que los nuevos síntomas que observó son “leves”y que todos los pacientes se recuperaron bien. En su mayoría, hombres sanos que consultaron a la doctora porque estaban “sintiéndose muy cansados”. Aproximadamente la mitad de ellos no estaban vacunados.
“Tuvimos un caso muy interesante, un niño de unos seis años, con temperatura y pulso muy alto, y me pregunté si debía ingresarlo”, dijo Coetzee. “Cuando hice el seguimiento dos días después, estaba mucho mejor”.
Para la experta, la principal preocupación es que la variante pueda suponer un peligro mayor para los ancianos.
Varios países europeos anunciaron el sábado pasado que ya detectaron los primeros casos de la nueva y altamente contagiosa variante del coronavirus, y los Gobiernos comenzaron a aplicar restricciones de viaje para cerrar la puerta a la entrada de la variante Ómicron.
Reino Unido exige ahora que cualquier persona que llegue al país, venga de donde venga, se someta a un test PCR y permanezca aislada hasta la obtención del resultado. Además, la mascarilla volverá a ser obligatoria en los comercios.
El temor de la comunidad científica es que las nuevas variantes puedan eludir el efecto protector preventivo que alcanzó la primera generación de vacunas contra COVID-19. Por eso, desde hace algunos meses, laboratorios en todo el mundo están probando la eficacia de las mismas contra las variantes conocidas.
Los laboratorios Pfizer/BioNTech informaron que estaban estudiando urgentemente la eficacia de su vacuna frente a esta nueva variante y que tendrían datos “en dos semanas a más tardar”.
