La fuerza de Putin



Ramón Vargas.

Parece que las aguas de los mares de Europa oriental seguirán tranquilas… por ahora.

El Báltico seguirá congelado y el Negro no se tiñerá de rojo.

Cuando la historia, juez inapelable de los líderes y procesos, sentencie el paso por la vida del líder ruso, este en el salón de la fama de los grandes estrategas, ocupará un destacado lugar.

Es evidente que en el conflicto en torno a Ucrania está logrando de manera impresionante su propósito, aplicando la máxima de pedir lo imposible, para lograr lo posible.

Él y todos los que sabemos algo de geopolítica, entendemos que las peticiones de que la OTAN salga de Europa del Este, además de que renuncie a su política de “puertas abiertas», es imposible. Eso equivale a una capitulación. Por más decadente que occidente esté y que los norteamericanos hayan salido de Afganistán por las puertas de atrás en medio de la oscuridad.

¿Cómo terminará todo?, no lo sabemos; lo que sí sabemos es que sus “líneas rojas» están establecidas.

En cuanto a las argumentaciones de USA, de que cada país es libre de decidir con quién o no se alía militarmente, suena lógico y estaríamos de acuerdo, siempre que lo permitan a Cuba, Venezuela, México, Nicaragua y otros.

Pero, como siempre, su política de doble rasero solo mira al norte.

El nerviosismo causado en Europa por la firmeza de Putin diciendo: «Rusia volvió», ha causado muchos movimientos en Bruselas. Esto se evidencia en las contradicciones y preocupaciones de los líderes europeos, incluso el mismo Zelensky ha salido a desmentir a Biden, negando su apreciación de invasión inminente. Y es que el títere ucraniano está muy nervioso. Él sabe que al final occidente (ya se lo dijeron) no se la jugarán por él, y que no tiene la más mínima posibilidad, por más alarde que haga, de resistir un ataque por el sur, donde en pocas horas verá caer la ciudad de Odessa y el puerto de Mariupol. Por el Este atacarían los rusos y separatistas, y por el norte y el oeste, los rusos y bielorrusos. En cuestión de días estarían en Kiev.

Así las cosas bajo la presión de los franceses y alemanes no le ha quedado más alternativa que volver al cuarteto de Normandía, para poner en práctica los acuerdos de Minsk, que en definitiva es la única solución al conflicto de Ucrania.

Mientras tanto Trump se frota las manos. Tiene mucha pólvora para sus dos frases favoritas: «Biden es un presidente débil, además de viejo tonto…»

Comparte esto!

2 thoughts on “La fuerza de Putin”

  1. Excelente iniciativa pero de ven tomar en cuenta los conocimientos adquiridos es los más importantes, pero prometer incentivos y darlos dejá un mal sabor en la población

  2. Todos saben que Biden es un viejo tonto y hasta decrépito . Trump está de risitas pues sabe que el pueblo lo elegirá otra vez

Los comentarios están cerrados.