Decenas de muertos en un ataque de Rusia a una estación de tren repleta de civiles que huían del este de Ucrania

Decenas de personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas este viernes en un ataque de Rusia con misiles en una estación de tren en el este de Ucrania cuando los civiles intentaban trasladarse a zonas más seguras del país, según ha informado la compañía ferroviaria estatal ucrania. Esta empresa ha señalado que han sido dos proyectiles los que han alcanzado la estación de la ciudad de Kramatorsk, en la franja oriental del país. Esta localidad, de alrededor de 165.000 habitantes, en el norte de Donestk, se ha mantenido bajo control de Kiev pese a los intentos de conquista de los rebeldes prorrusos desde el alzamiento de 2014.

El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha condenado el ataque. “Están destruyendo cínicamente a la población civil”, ha dicho Zelenski. “Si no se castiga, nunca se detendrán”. El alto representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, de visita en la capital ucrania junto a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha manifestado que se trata de un “nuevo intento de cerrar las rutas de escape para los que huyen de una guerra injustificada, causando sufrimiento humano”.

“Según datos operativos, más de 30 personas murieron y más de 100 resultaron heridos en el ataque con cohetes en la estación de ferrocarril de Kramatorsk”, ha comunicado la compañía ferroviaria estatal. La ciudad está situada a solo una veintena de kilómetros de Sloviansk, punto clave en el corredor militar que Moscú quiere establecer desde Járkov hacia el Donbás.

Tres trenes que transportaban evacuados quedaron bloqueados en la misma región este jueves, después de un ataque aéreo. Tanto Ucrania como los servicios de Inteligencia occidentales defienden que las fuerzas rusas se han estado reagrupando para lanzar una nueva ofensiva en el este y que Moscú planea apoderarse de tanto territorio como puede en la región de Donbás, que ya controla parcialmente. Las autoridades locales han instado a los civiles a que se vayan mientras sea posible y seguro.

El Ejército ruso ha negado la autoría de la ofensiva contra los civiles que aguardaba a coger el tren y ha calificado las informaciones de “provocaciones”. El Kremlin ha negado haber atacado a civiles desde que inició su invasión de Ucrania el 24 de febrero. En este mismo sentido, las milicias prorrusas de Donetsk han acusado a Kiev del ataque. “El Ejército ucranio ha atacado con cohetes Kramatorsk”, según ha recogido la oficina de defensa territorial de las milicias, citada por la agencia Interfax.

Según los separatistas, el ataque fue llevado a cabo con misiles tácticos Tochka-U, cuyos fragmentos cayeron en las inmediaciones de la estación del tren. Varias fuentes progubernamentales rusas han afirmado en Telegram que el Ejército ruso no tiene a su servicio misiles Tochka-U.

Borodianka, peor que Bucha

La retirada de las tropas rusas de los alrededores de Kiev durante la pasada semana dejó al descubierto el horror de Bucha, de 35.000 habitantes, donde decenas de civiles ucranios aparecieron muertos en fosas comunes. Pero la devastación en las localidades cercanas a la capital de Ucrania podría ser todavía mayor. En su mensaje a última hora de este jueves, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha asegurado que la situación de Borodianka, una urbe de 13.000 habitantes situada al noroeste de Kiev, es “mucho más horrible” que la de Bucha. La fiscal general de Ucrania, Irina Venediktova, había informado horas antes del hallazgo de 26 cadáveres bajo las ruinas de dos edificios de esta ciudad de 13.000 habitantes.

En un mensaje en vídeo, Zelenski ha indicado que “hay más víctimas” en Borodianka que en la cercana Bucha, donde tras la retirada de las tropas rusas quedó al descubierto una matanza que ha provocado la reacción de la comunidad internacional. Estados Unidos ha acusado a Rusia de “crímenes de guerra” en Bucha, y Rusia ha sido expulsada del Consejo de Derechos Humanos de la ONU tras aprobarse el proyecto de resolución sobre esa suspensión promovido por EE UU.

“Los trabajos de desescombro en Borodianka han comenzado. [La situación] es significativamente más terrible allí. Aún hay más víctimas de los ocupantes rusos”, ha señalado el presidente. “¿Y qué pasará cuando el mundo conozca toda la verdad sobre lo que el militares rusos han hecho en Mariupol? Allí, en casi todas las calles, ocurre lo mismo que el mundo ya ha visto en Bucha y en otras ciudades de la región de Kiev tras la retirada de las tropas rusas. La misma crueldad. Los mismos crímenes terribles”, ha añadido.

En su opinión, “hay muchos otros lugares similares [a Bucha] de los que el mundo aún tiene que descubrir la verdad completa”, en referencia a lugares como Járkov, Chernihiv y Ojtira. Zelenski se ha referido también a la expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU: “Si todos en el mundo tuvieran al menos el 10% del coraje que tenemos los ucranios, no habría ningún peligro para el derecho internacional. No habría peligro para la libertad de los pueblos”.

Mientras, la fiscal general ucrania, Irina Venediktova, ha denunciado en su perfil de Facebook que al menos 26 cuerpos han sido recuperados durante la jornada del jueves entre los escombros de dos casas en Borodianka. “Solo de debajo de los escombros de dos edificios de apartamentos bombardeados se recuperaron 26 cuerpos. El enemigo infligió insidiosamente ataques aéreos en la infraestructura de viviendas por la noche, cuando había más personas en casa”, ha señalado tras visitar la ciudad.

En este sentido, ha asegurado que “el objetivo era exclusivamente la población civil”. “Aquí no hay una sola instalación militar”, ha dicho la fiscal, que mantiene que hay evidencias de “crímenes de guerra rusos” por toda la ciudad, con restos de bombas de racimo y misiles. Venediktova cifró en 650 los cuerpos hallados hasta el momento en la región de Kiev, incluidas las localidades de Borodianka, Bucha e Irpin. De ellos, 40 son menores de edad.

Además, la fiscal general ucraniana ha precisado que en Motizhin, una pequeña localidad a unos 50 kilómetros al oeste de Kiev, las fuerzas rusas mataron a una mujer “solo porque vestía de negro”. “El padre de la víctima se mantuvo con los ojos vendados en el granero durante siete días”, ha denunciado. Venediktova ha precisado que tanto los fiscales como los agentes de Policía, los agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y los expertos de cinco provincias “están reuniendo pruebas de los crímenes de guerra de Rusia para los tribunales nacionales e internacionales”.

Según la inteligencia británica, las fuerzas rusas se han retirado totalmente del norte de Ucrania, desplazándose hacia Rusia y Bielorrusia. Se espera que ahora muchas de estas fuerzas se trasladen al este del país para luchar en Donbás, la región prorrusa situada en el este. “Muchas de estas fuerzas necesitarán un reabastecimiento significativo antes de estar listas para desplegarse más al este, y es probable que cualquier redespliegue masivo desde el norte lleve al menos una semana”, señala el informe de este viernes.

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