Mientras su casa arde: Quiere orden en casa ajena



Ramón Vargas

A todos, excepto a la clase gobernante de los Estados Unidos, nos duele la continua tragedia de muertes a niños, negros y latinos en ese norteño País. Lo que más indigna es tener que escuchar la inacabable perorata del hipócrita y corrupto Establichmen, hablar de principios y valores mientras bloquean la más mínima iniciativa para controlar la venta y uso indiscriminado de armas de todo calibre en ese País. Tienen un gran problema y no lo ven (o no lo quieren ver).

En ningún otro lugar existen ejércitos de civiles que, motivado por el odio hacia los negros, niños y latinos, asalten iglesias, centros educativos, comerciales y otros lugares donde se concentren personas a matar de manera indiscriminada.

La última tragedia en la comunidad de Uvalde Texas, en la escuela Robb para niños de 7 a 10 años, un pueblo humilde de latinos muy próximo a la frontera de México, donde el desquiciado pistolero mató, después de asesinar a su abuela, 19 niños y dos profesoras. Apenas 10 días antes en un Supermercado de Búfalo, en un establecimiento frecuentado por negros, otro pistolero entró y abrió fuego matando 10 personas en otro crimen de odio. El desquiciado de Texas, que apenas había cumplido 18 años y de regalo recibió un potente rifle AK 15, media hora antes de cometer los asesinatos escribió en su Facebook: «voy a disparar en la escuela y previamente mataré a mi abuela». Esa terrible tragedia no sólo afectará a las familias de los niños fallecidos, también el trauma de los más de 600 estudiante del mencionado centro.

La Asociación Nacional del Rifle( NRA) que dirige el ultraderechista Wayne La Pierre, apoyado por una gran cantidad de congresistas de los dos partidos a quienes patrocina sus campañas en lo que en Estados Unidos se conoce como el Lobby de las armas, es una poderosa organización que, con el argumento de que la Segunda Enmienda lo protege para su inmoral negocio, se sienten seguro e intocable. Muy lejos quedó la organización que fue fundada en el 1871 como grupo recreativo para practicar tiro sobre una base científica; en el 1968 lograron que le dieran todos los poderes para la venta indiscriminada; lo que demuestra lo que digo siempre en Norteamérica: el negocio está por encima de la vida.

Qué ironía, hace apenas dos meses, el policía Ruben Ruíz, esposo de una de las profesoras asesinadas, Eva Mirele de 44 años, había realizado un simulacro de tiroteo en el mismo lugar. La gran tragedia que vive Norteamérica, por la irresponsabilidad de sus gobernantes, quien mejor la sintetiza es el padre de uno de los niños asesinados cuando dijo: «acabamos de aprobar 40,000 millones de ayuda para Ucrania, y no son capaces de proteger nuestros niños…»

Comparte esto!