Dando Jaque: de Europa a Liliput


Ramon Vargas

-Ramón Vargas

A lo largo de la historia, hemos visto caer grandes imperios y poderosos países, pero no hay precedente de la caída de todo un Continente. Difícilmente encontremos ‐por más que busquemos‐, una clase política más mediocre y carente de visión como la que actualmente tiene Bruselas. El mayor ejemplo es el de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Del Leyen, a quien nadie, excepto un pequeño grupo de eurodiputados, eligió.

¿Su mérito? ser hija de un funcionario de Baja Sajonia, y tener la descendencia alemana y norteamericana. Sin olvidar que estuvo investigada porque plagió la tesis para lograr su graduación.

La mediocridad de estos dirigentes se pone de manifiesto en las declaraciones de la misma funcionaria cuando, desdiciendo los mismos principios que dicen defender (es decir, apoyar los procesos de elección libre), dijo, refiriéndose a las elecciones de Italia: «tenemos suficientes herramientas si esas elecciones no van en la dirección de nuestros intereses». Esto nos dice que un maremoto europeo está en camino.

El seguidismo ciego de la Unión Europea a la política hegemónica de Washington lo tiene al borde de naufragar; lo lamentable es que los que sufrirán las consecuencias serán, como siempre, los más vulnerables del viejo Continente.

Es inexplicable la insistencia en una política que solo conduce al desastre; pretendiendo mantener un muerto (Zelensky) que no tiene futuro. Así, en el marco lógico de lo ilógico, se empeñan a través de los medios que para desinformar tienen, seguir diciendo que la contraofensiva de Kiev es un éxito y que ganarán la guerra. De ser cierto, ¿Cuál es la preocupación por la anexión de Rusia? sólo deben seguir el éxito de la contraofensiva y desocupar los territorios ocupados. Además, ¿Por qué pide Zelensky con urgencia la entrada de la OTAN, que adentro está, desde el mismo inicio de la guerra?

Ese es el pedido desesperado de quien se sabe perdido. Pedido que además será rechazado, porque por más mediocres que sean los guerreristas de la OTAN, saben que una participación generalizada nos convertirá a todos en ceniza.

La propaganda de la posibilidad de éxito ucraniano está diseñada para seguir alimentando el barril sin fondo que pagan los ciudadanos de los Estados Unidos y Occidente de un conflicto que solo los estúpidos no conocen el final.

A Bruselas todo le ha salido al revés… el plan para ahogar económicamente a Rusia, es a ellos que ahoga, mientras Moscú consigue más dinero para financiar la guerra por el aumento de sus recursos energéticos.

Hace tiempo decíamos que Kiev debió negociar cuando tenía mejores condiciones, los rusos no van a salir de los territorios tomados, los ciudadanos de los lugares ocupados son rusos parlantes y están más identificados con Moscú que con Ucrania. Los que apoyaban a Kiev se fueron o los fueron. Con el agravante, que si la guerra continúa, también perderán Odesa.

Cuando el inglés Jonathan Swift escribió la famosa novela infantil «Gulliver en el mundo de Liliput», hace casi 300 años, dando cuenta del único náufrago que llegó a una isla de seres de apenas 15 centímetros de tamaño, nunca imaginó que su tierra (Europa) de gigantes, tres siglos después, estaba a punto de convertirse en un Continente de ciudadanos liliputienses…

Comparte esto!