El secretario general de la Federación Nacional de Bancas de Loterías, Cristian Guzmán declaró que fue un estado de terror lo que desataron los principales funcionarios del pasado gobierno contra las bancas de loterías para quitarles dinero.
Cristian Guzmán explicó que esos funcionarios se aprovecharon de que cientos de bancas de rifas operan sin registro, y en vez de registrarlas, lo que hacían era que las extorsionaban exigiendo un pago de RD$3,000 cada una.
Añadió que los funcionarios le exigieron dinero tanto a las compañías concesionarias, como a los riferos tradicionales, con excepción de Leidsa, que fue excluida de todas esas exigencias.
Guzmán agregó que el sector de las bancas de rifas está muy distorsionado, como hay quienes no operan esos negocios, y tienen bancas registradas, y otros que si operan, y por alguna razón no se han organizado.
Añadió que el desorden entre las bancas de rifas alcanzó tal magnitud, que algunas aparecen registradas en lugares que caerían en el mar, porque no identificaron un punto fijo de operación.
El secretario general de Fenabanca expresó que espera un “Calamar 2.0” porque en el expediente falta gente, de los que extorsionaron a los riferos para sacarles dinero y que se deben incluir en el expediente.
“Hubo gente que se lucraron a través de la extorsión a las bancas de lotería, y por alguna razón no han sido incluidos en el expediente Calamar”, aseguró Guzmán.
