Conozca cuatro diferencias entre la migraña y un dolor de cabeza



Los trastornos de dolor de cabeza se encuentran entre los más comunes del sistema nervioso e incluyen a los dolores de cabeza como tal y a las migrañas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), independientemente de las variaciones, este tipo de trastornos constituyen una problemática global, ya que no discriminan; es decir, afectan a personas de todas las edades y niveles socioeconómicos, de diferentes zonas geográficas y razas.

Los dolores de cabeza se pueden clasificar en primarios y secundarios, dependiendo de su causal; primarios: responden a condiciones independientes que causan el dolor, dolor de cabeza por tensión: suele ser de los más comunes, a menudo comienza en la adolescencia y afecta a tres mujeres por cada dos hombres, el dolor causado se siente como una banda de presión alrededor de la cabeza y se puede clasificar en episódico -ocurre entre 10 y 15 días al mes- o crónico. Dolor de cabeza en racimo: causa una dolencia intensa al lado de la cabeza, que se puede sentir detrás del ojo. Sucede en ciclos; es decir, ocurre durante varias semanas y luego, hay un periodo sin dolor.

Las mujeres, personas con historial familiar de migraña y pacientes con otras afecciones como depresión, epilepsia, problemas del sueño y ansiedad, tienen más posibilidades de padecer una migraña. De acuerdo con el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Eventos Cerebrovasculares de Estados Unidos, la mayoría de quienes padecen migrañas tienen antecedentes familiares.

Según la OMS, se estima que cerca del 50% de la población adulta experimenta, al menos, un dolor de cabeza al año;1 sin embargo, no todos han padecido o padecerán una migraña.2

Los dolores de cabeza pueden tener detonantes como la tensión y consumo excesivo de medicamentos para aliviar las dolencias, así como infecciones, estrés, ataques, traumas de cabeza y desórdenes del sueño, entre otros. Además del estrés, las migrañas también pueden desencadenarse por diversos factores, tales como presión baja, consumo de tabaco, bebidas alcohólicas o cafeína; saltarse tiempos de comida, ansiedad, cambios hormonales, luces brillantes, cambios bruscos de clima o ambiente, ruidos, olores o humo fuerte; sobreesfuerzos, consumo de chocolate, carnes procesadas y algunas frutas y nueces, entre otros.

Los dolores de cabeza suelen afectar la cabeza, cara y el cuello, y pueden variar en frecuencia e intensidad. A diferencia, las migrañas son un tipo recurrente de dolor de cabeza, que causan un dolor pulsante o vibrante. A esos dolores recurrentes, se les llama episodios o ataques.

Sus síntomas no solo están relacionados con la cabeza, también hay náuseas, vómito, debilidad y sensibilidad tanto a la luz como al sonido y a los olores. Según cifras del estudio CALM (Central America and Caribbean countries epidemioLogy study of Migraine), cerca del 90% de los pacientes participantes indicaron que las migrañas han interferido, en algún grado, en sus actividades cotidianas.6

Tanto los dolores de cabeza como las migrañas no tienen cura, pero los pacientes pueden utilizar medicamentos (como analgésicos) y aplicar algunos consejos de estilo de vida para tratar los síntomas y prevenir futuros episodios.

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