Dando Jaque: Balance de los Juegos Centroamericanos y del Caribe



-Ramón Vargas

Para Ana Guevara, medallista de oro olímpica mexicana, y el comentarista deportivo (también mexicano), David Faitelson, esos juegos equivalen a «jueguitos de vitillas» sin ninguna importancia. Se les olvida a ellos que los juegos Centroamericanos nacen por iniciativa de la Sociedad Olímpica de México, por la pobre actuación que tuvieron en Los Olímpicos de París de 1924. Y lo hicieron precisamente buscando aumentar su nivel competitivo.

Lo cierto es que los juegos forman parte del ciclo olímpico y sirven de preparación para los atletas que se darán cita en las olimpiadas de París el año entrante. Además, son el termómetro para establecer el crecimiento, estancamiento o fracaso del deporte en nuestra zona.

Podemos decir, partiendo de los últimos resultados, que México (además de ganarlo con relativa facilidad) junto a Colombia, ha tenido un gran crecimiento y desarrollo deportivo. En cambio, Cuba, que ocupó el tercer lugar, tiene un retroceso.

Si nos referimos a esa Cuba que llegó a ocupar el quinto lugar a nivel mundial, algo notable para un país pequeño y tercermundista, solo por debajo de Rusia, Estados Unidos y las dos Alemania dividida, en ese entonces por el muro de Berlín, se batía y les ganaba a grandes potencias como: China, Inglaterra, Italia, Francia, Brasil, entre otras.

En el caso de la República Dominicana, podemos decir que tuvimos una participación aceptable, y no como el gran triunfo que nos quieren vender.

Veamos… En los juegos de San Salvador 2002, obtuvimos 132 medallas, 35 de oro, 38 de plata y 59 de bronce. En los de Mayaguez 2010, logramos 133 medallas, 31 de oro, 37 de plata y 65 de bronce. Hay que decir, sin embargo, que en esas dos ediciones no participó Cuba.

El termómetro para hacer una justa comparación debe ser la participación en los juegos de Barranquilla, donde logramos 107 medallas: 25 oro, 29 plata y 53 bronce. Solo hubo una diferencia a favor de 4 medallas, incluyendo la misma cantidad de oro, es decir, 25 medallas. Esto está muy lejos del «gran éxito» que nos quieren vender las autoridades deportivas, que deberían hablar menos y trabajar más…

De todas maneras, es justo mencionar que el mayor éxito (a mi entender) está en el triunfo de varios deportes icónicos como: baloncesto, voleibol, atletismo, tenis, boxeo y otros. Me atrevo a decir que nuestros principales rivales en la zona, los boricuas, cambiarían sus 25 medallas por las dos que les ganamos en baloncesto y voleibol…

Otro aspecto a mencionar fue el gran rebase al final; apenas tres días antes de finalizar los juegos, teníamos 12 de oro y los boricuas 18. Confieso que ya había tirado la toalla… No es lo mismo terminar en los primeros 5 fuertes, que entre los primeros 10, donde ya se cuelan «los débiles».

Hay que apoyar a nuestros atletas que, en condiciones desiguales, se baten contra otros con más recursos y apoyo. Cuidemos a nuestras reinas, a Marileidy y todos esos atletas que de manera gratuita nos ponen a gozar y a sentirnos orgullosos de lo que somos. Quizás es lo mejor que tenemos en esta selva de ladrones y sinvergüenzas…

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