Dependencia a dispositivos digitales: caldo de cultivo para la inactividad y el sobrepeso infantil



Los niños tienen una alta dependencia de los dispositivos electrónicos, lo cual les roba cada vez más atención durante el día.mDurante las vacaciones de verano, los niños experimentan cambios significativos en su rutina, como horarios más flexibles, mayor tiempo frente a las pantallas y consumir alimentos menos saludables.

Estos factores pueden tener un impacto negativo en su salud. Es importante controlar las comidas calóricas y fomentar el ejercicio físico para que los niños se mantengan saludables, desarrollen plenamente sus capacidades mentales y mantengan un peso adecuado a lo largo de sus vidas.

La obesidad y el sobrepeso son problemas epidémicos, especialmente en el grupo de edad de 5 a 19 años, según la OPS y UNICEF. Jorge Rodríguez Prado, experto en acondicionamiento físico y director general del Club Body Shop, señala que la incompatibilidad entre el diseño biológico de los niños y la sociedad moderna es una de las principales causas del sobrepeso infantil.

La hiperestimulación digital, con la dependencia ilimitada de los dispositivos electrónicos, reduce la tasa de movimiento de los niños y afecta su atención diaria. Además, la publicidad de alimentos poco saludables y la falta de educación sobre alimentación y movimiento en los currículos escolares contribuyen al problema.

La falta de sueño también es un factor importante, ya que muchos niños no tienen un control adecuado sobre el uso de dispositivos móviles durante la noche, lo que afecta su higiene del sueño.

Iniciar el ejercicio físico desde una edad temprana ayuda a establecer un hábito de vida saludable. Aquellos que practican deportes desde la infancia suelen mantenerlo como parte integral de sus vidas en edades posteriores, lo que beneficia su desarrollo biológico, cognitivo y social.

Ayudar a los niños a combatir el sobrepeso requiere orientar a los educadores y crear un ambiente lúdico para el ejercicio físico. Es importante que cuidadores, maestros y padres entiendan que el juego, la recreación y la diversión son fundamentales para el bienestar de los pequeños. El ejercicio debe ser estimulante sensorial y emocionalmente, integrando colores, texturas, aromas y sonidos.

Es crucial proporcionar escenarios atractivos que motiven a los niños a participar en actividades físicas. Estas actividades pueden abarcar desde la exploración de su propio espacio de juego, el balanceo, el examen de objetos, hasta la experimentación de diferentes tipos de movimiento en ambientes terrestres y acuáticos. Se les debe permitir participar en diversas disciplinas, ya sean rítmicas-deportivas, colectivas o individuales, para que encuentren aquella práctica que les brinde mayor disfrute. De esta manera, se fomenta que el ejercicio se convierta en un compañero de vida para ellos.

Es fundamental que el ejercicio vaya de la mano de buenos hábitos alimenticios y que los padres sean un ejemplo y compañía para sus hijos. Se deben controlar las comidas con alto contenido de hidratos de carbono, así como los niveles de sodio, evitando bebidas azucaradas y harinas refinadas, entre otros alimentos perjudiciales para los niños.

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