Transportistas levantan huelga de autobuses en Buenos Aires



Transportistas levantaron este viernes una huelga de transportes por reclamos salariales en Buenos Aires tras la intervención del gobierno argentino, que acusó a los empresarios del sector de “extorsión”.

“No nos gusta que las discusiones se den un marco de extorsión, se tienen que dar en un marco de diálogo. A las 17H30 horas (20H30 GMT) se levanta la medida de fuerza, las actas están firmadas”, anunció en rueda de prensa el ministro de Economía y precandidato presidencial por el oficialismo, Sergio Massa, tras una reunión con empresarios y sindicatos del sector.

La huelga, anunciada para la medianoche, pero lanzada en forma intempestiva la tarde del jueves, se convirtió en una pesadilla la movilidad en la ciudad tras sumarse este viernes un paro sorpresivo de las líneas de ferrocarriles que unen la capital argentina y su periferia.

“Desde el lunes va a haber una mesa tendida para ir buscando soluciones a los problemas que tienen las empresas de transporte”, dijo Massa.

La ciudad de Buenos Aires amaneció vacía de autobuses por el cumplimiento casi total de un cese de actividades convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el sindicato de conductores.

La medida de fuerza afectó además a la hiperpoblada periferia, así como a la vecina ciudad de La Plata (sur) y a seis provincias.

En el marco de una inflación anualizada de más de 100% y una negociación colectiva que fracasó, el gobierno de centroizquierda de Alberto Fernández había ordenado un incremento de salarios para el sector, que las empresas se negaron a cumplir a la vez que exigen mayores subsidios del Estado.

El servicio de transporte público está concesionado pero es subsidiado por el Estado para mantener el valor del boleto que viene aumentando mes a mes y cuyo mínimo en Buenos Aires está actualmente en 50 pesos (0,18 dólares), de los más bajos de América Latina.

“Lockout patronal”
El gobierno convocó a empresarios del transporte y a los trabajadores a una reunión para resolver el conflicto.

“Hemos superado este conflicto, se levanta el paro y se le paga a los trabajadores”, ratificó el ministro de Transporte, Diego Giuliano, en conferencia de prensa. Más temprano se había referido a la situación como un “lockout patronal que tiene una respuesta de los trabajadores cuando no reciben los montos que el gobierno depositó en las cuentas de las empresas y deben ser pagados como acordado”.

En Buenos Aires, solamente el metro funcionó con normalidad este viernes como servicio de transporte colectivo.

Escuelas y universidades públicas suspendieron sus actividades.

Unas 11 millones de personas viajan a diario en las 388 líneas de autobuses, que recorren la capital y su periferia con 18.400 unidades, según un estudio de la Universidad de San Martín de 2019. Conviven empresas de una sola línea con compañías de varias líneas, mientras una veintena de grandes grupos concentran casi 70% del servicio.

La situación se tensó más en la estación terminal ferroviaria del barrio Once de Buenos Aires, al sumarse al paro sorpresivo en la línea Sarmiento de trenes.

Una veintena de empleados jerárquicos reunidos sobre las vías en la estación de Castelar (40 km al oeste) impidieron la salida de los trenes y la línea por la que viajaba a diario unas 300.000 personas quedaron sin servicio por varias horas hasta media mañana.

Sin autobuses ni trenes, ciudadanos enfurecidos cortaron el tránsito con vallas en las avenidas vecinas, hasta que fueron corridos por la guardia de Infantería.

Tras el levantamiento de la huelga, al caer la tarde largas filas de personas aguardaban la reanudación paulatina del servicio de transporte mientras los primeros autobuses comenzaban a circular en las principales avenidas de la ciudad.

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