La alianza público-privada: Clave para el futuro de la sanidad



La pandemia de COVID-19 demostró de manera concluyente que la colaboración entre el sector público y privado es esencial para el avance de la sanidad y la atención médica. Sin embargo, esta lección no debe olvidarse, ya que el futuro de la sanidad enfrenta desafíos significativos, desde el aumento de enfermedades crónicas debido al envejecimiento de la población hasta la lucha contra el cáncer, que se ha denominado la «gran pandemia actual».

La colaboración entre empresas y el sector público se ha convertido en una tendencia esencial tanto a nivel interno como externo de las organizaciones. Durante la pandemia, vimos cómo la industria farmacéutica y los gobiernos colaboraron de manera sin precedentes para desarrollar y distribuir vacunas en tiempo récord. Los hospitales privados también brindaron apoyo a los sistemas públicos de salud para superar la crisis.

En la actualidad, los gobiernos de todo el mundo se enfrentan al desafío crucial de garantizar un acceso equitativo a la atención médica, especialmente en países en desarrollo con recursos limitados. Esto se complica aún más por la presencia de enfermedades infecciosas, problemas de salud mental y comorbilidades en la población marginada.

Luis Anaya, Director Senior Healthcare Región Norte en LLYC, señala: «Es necesario unir esfuerzos entre el sector público y privado para enfrentar los desafíos del futuro de la sanidad. Es el momento de aplicar las lecciones aprendidas para seguir avanzando hacia una mayor apertura y colaboración en la investigación biomédica y la atención a los pacientes, con transparencia y evaluación de resultados».

Las Asociaciones Público-Privadas (APP) emergen como una solución prometedora en esta cooperación. Las APP permiten desbloquear recursos y experiencias de ambas partes para lograr que la atención médica sea accesible y equitativa. Esta colaboración puede abordar eficazmente los desafíos de salud, especialmente en entornos donde los recursos son limitados.

Históricamente, las APP se han utilizado en proyectos de energía e infraestructura, pero cada vez más los gobiernos exploran este modelo para respaldar la prestación de servicios de atención médica y servicios relacionados con la salud. La colaboración público-privada se perfila como una estrategia esencial para garantizar un futuro más saludable y equitativo para todos.

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