República Dominicana necesitaría destinar el 5.8% del PIB para mitigar el impacto del cambio climático



El cambio climático es una realidad. Los países se enfrentan al aumento de la temperatura, sequía, tormentas y hundimiento de tierras, acciones que ponen en peligro a los habitantes e implica que los Gobiernos recurran a financiamiento para mitigar el impacto de los desastres naturales.

En 2021 el gasto ambiental fue de RD$6,940.8 millones, es decir, el 0.13% del producto interno bruto (PIB) dominicano. Si bien el gasto está en crecimiento, al pasar de RD$2,278.1 millones en 2015 a RD$5,022 millones en 2020, para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la capacidad fiscal de los países de la región para responder a los choques climáticos sobre la economía es limitada.

“Para alcanzar los objetivos de mitigación y adaptación a los desastres naturales habría que hacer inversiones cuantiosas, aunque generalmente de menor magnitud que las necesarias para compensar por completo las pérdidas económicas relacionadas con el cambio climático”, destaca.

Para el organismo internacional, Quisqueya necesitaría invertir el 5.8% del PIB entre 2025 y 2050 para compensar las pérdidas económicas provocadas por el cambio climático. Esto se debe al paso de huracanes como Fiona, Erika, Mathew, Irma y María entre 2018 y 2022, que afectaron sectores clave para la economía como la agricultura y el turismo.

De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística (ONE), 750,920 viviendas están expuestas a riesgos naturales. De este monto, 328,094 son vulnerables a derrumbe o deslizamiento de tierra; 161,417 por hundimiento de tierra, 111,394 por desprendimiento de rocas y 150,015 por incendios forestales. Pero, la entidad estatal establece que 527,971 viviendas han sido afectadas por huracán, 664,527 por inundaciones, 1,146,201 por lluvias torrenciales, 742,043 por calor excesivo, 722,378 sequía y 133,657 terremoto.

Ante esto, la Cepal señala que países como Guatemala, República Dominicana, Santa Lucía, Honduras, El Salvador y Barbados “pueden tener entre un 9% y 12% más bajo del PIB como consecuencia del cambio climático para la década del 2050”.

Además, el ítem 13 “accion por el clima” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), afirma que es necesario ejecutar medidas para abordar la emergencia climática para las futuras generaciones. De hecho, el informe “The sustainable developmet goals 2023” establece que la financiación para el cilma es fundamental para hacer frente a la crisis climática. Entre 2019 y 2020, el capital ascendió a US$803,000 millones a nivel global, debido a una mayor financiación en la adaptación climática.

De este monto, US$346,000 millones fue para mitigación en el sistema de energía limpia, US$179,000 millones en edificios e infraestructuras, US$155,000 en transporte sostenible. En menor cantidad, US$62,000 millones destinados a otros sectores, US$56,000 millones en adaptación y US$19,000 millones en adaptación climática. “Estas inversiones tendrían que abarcar toda la economía, impulsando una transformación de la oferta que genere un crecimiento económico dinámico, sostenido y sostenible”, indica la Cepal.

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