Con más dinero e iguales resultados, Educa califica educación dominicana



La educación es un importante motor del desarrollo y uno de los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza, mejorar la salud, lograr la igualdad de género, la paz y la estabilidad. Así lo afirma el Banco Mundial, que agrega que es más que un derecho humano.

Desde hace un década, en República Dominicana entró en vigencia la Ley General de Educación (Ley 66-97), que estableció el compromiso de destinar el 4% del producto interno bruto (PIB) del presupuesto nacional del Estado para la educación en su gasto público. Este mandato comenzó a aplicarse a partir del año 2013 acompañado con un Pacto Educativo.

Sin embargo, Enrique Darwin Caraballo, director ejecutivo de Acción Empresarial por la Educación (Educa), reveló preocupantes cifras sobre el panorama educativo a nivel nacional.

En una presentación sobre el personal docente en Samaná, detalló que la provincia dispone 1,541 docentes y 146 centros educativos. Aunque solo 3.3% obtuvo una calificación como destacado en la última evaluación de desempeño, una cifra que supera la media nacional, entiende la situación aún puede mejorar.

A pesar del incremento salarial del 128% para los docentes hasta el año 2022, un porcentaje que duplica la media nacional que fue del 68%, Caraballo señaló que esto no se ha traducido en mejoras significativas en los resultados de las pruebas nacionales.

“Hay un esfuerzo por mejorar las condiciones laborales de los educadores y sin embargo, no hay resultados significativos en términos de las pruebas nacionales, que son las medidas que se utilizan para evaluar cuál es este desempeño en el sistema”, dijo. Desde el 2013, República Dominicana ha destinado esfuerzos considerables para financiar la educación, acumulando US$40,600 millones en asignaciones presupuestarias en una década, un gasto público que afirmó va en detrimento de otros sectores como la salud y la seguridad.

Ante esa realidad, entiende que el sistema puede rendir más y mejor. Durante su intervención citó un análisis de Unesco, que revela una tendencia preocupante: a pesar del aumento en el presupuesto educativo, los resultados se mantienen estables o muestran mejoras mínimas, lo que sugiere ineficiencia en el sistema. Por ejemplo, solo el 17% de los estudiantes de tercer grado pueden leer con fluidez y comprender lo que leen.

Estas cifras reflejan la necesidad urgente de reformas en el sistema educativo dominicano para garantizar una educación de calidad y preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI.

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