Cultivo de plantas ‘in vitro’ garantiza frutos de calidad



El plátano forma parte esencial de la gastronomía dominicana. De este se desprenden platillos como el mangú, tostones, mofongo, bollitos y pastel en hoja. La versatilidad de esta planta no está en discusión. Según datos del Ministerio de Agricultura, la producción del rubro fue de unos 2,500 millones de quintales en 2022. Los datos de la institución establecen que cada dominicano consume en promedio 239 libras al año.

Sin embargo, en República Dominicana está presente, en la mayoría de las zonas productoras del rubro, la “Sigatoka Negra”, cuyos síntomas se presentan como manchas negras en las hojas y que cuando se unen hacen se seque y muera. Además, atacan ácaros y bacterias que afectan la productividad del tubérculo.

Productores consultados explicaron que combatir la enfermedad con productos químicos sale muy costoso para su tratamiento. Eventos climáticos extremos, unidos al aumento de los costos de los fertilizantes y fungicidas, son los principales problemas que afectan la producción, porque al disminuir la productividad la relación ingresos-gastos se vuelve insostenible, lo que les deja pérdidas económicas.

Durante un recorrido por la Feria Agropecuaria en la Ciudad Ganadera, Jefferson Núñez, técnico del laboratorio de Propagación de Plantas In Vitro del Ministerio de Agricultura (Biovega), explicó a elDinero que cuentan con dos métodos de producción, uno de ellos es la organogénesis, que consiste en tomar la cepa del plátano y extraer explanes que posteriormente son desinfectados y reducidos a una medida de dos a tres centímetros.


“Luego que tiene el brote se pasa a otro frasco, donde se divide en dos y se siembra en un suelo artificial que contiene todos los nutrientes que necesita la planta en esa etapa”, reveló.

El plátano es una planta herbácea, que solo da frutos una vez. A los meses de cortar el racimo, se corta también la planta para que la siguiente generación pueda crecer y volver a fructificar. El técnico de Biovega sostuvo que esto supone un problema, ya que algunas de esas plantas viejas podrían almacenar enfermedades que posteriormente afecten toda la producción.

Núñez dijo que la ventaja de este tipo de producción es que se produce tejido joven y cuándo llega al campo está libre de enfermedades y ciertas plagas. Además, tienen un crecimiento uniforme y los racimos se desarrollan hacia un solo lado, lo que beneficia la cosecha.

Señaló que el principal rubro que siempre está en producción mediante esta práctica es el plátano, especialmente las variedades FHIA-20 y banano Williams; y por embriogénesis, el banano Gran Enano. También, están introduciendo otros rubros como son: la piña, orquídea, café, papa, ajo, ñame, batata y la planta “pachuli” que se utiliza para la fabricación de perfumes.

La diferencia radica en que en la organogénesis se produce la formación de tallos, raíces u otras estructuras y en la embriogénesis se forman embriones que al germinar dan lugar a una planta. Ambas poseen la particularidad de tener las mismas características que la madre.

A través del laboratorio los agricultores pueden conseguir las cepas a un precio de RD$4 cada uno, lo que supone una ayuda para los pequeños y medianos productores, ya que suele rondar entre los RD$20 RD$35, declaró Núñez.


Oferta y demanda
Su homologó Luciano Jiménez, señaló que la producción del material de siembra está ligada a la cantidad que requieran los agricultores.

Detalló que las plantas son seleccionadas de un vivero, donde se le aplican técnicas rigurosas para generar material genético de calidad y que tengan la menor cantidad de contaminantes. Agregó que el proceso puede tardar hasta un año desde que se entrega el material de inicio hasta la entregada al productor”, aclaró.

Indicó, además, que a pesar de trabajar con otros rubros el plátano es de mayor demanda, ya que los demás no tienen tanto mercado.  “Está limitado a lo que el productor desee”, dijo.

Explicó que de una planta de banano se pueden replicar, utilizando el sistema de embriogénesis, desde 1,000 a 3,000 plántulas, dependiendo la variedad que se trabaje. Sin embargo, no en todos los cultivos puede realizarse.

Jiménez reveló que el proceso de producción puede resultar complicado, ya que deben revisar que el material no venga con contaminación externa.

“Cuando hablamos de contaminación nos referimos a los patógenos naturales que están en el ambiente como, los hongos, bacterias, que no tienen que ser necesariamente fitopatógenos malos”, señaló.

Aclaró que a pesar de que estos microorganismos son los que mantienen el equilibrio en la naturaleza, no les conviene, ya que compiten con el explante por los nutrientes y les producen daños directos e indirectos en sus tejidos.

Objetivo
El laboratorio Biovega es una dependencia del Ministerio de Agricultura creada mediante la Resolución No. 19-2015 del 13 de agosto del 2015, con la finalidad de apoyar políticas, programas y proyectos de seguridad alimentaria, agroexportación y conservación de recursos fitogenéticas del Estado dominicano, lo que permite garantizar la disponibilidad de material vegetativo de siembra de alto potencial genético y de calidad.

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