Sociedad especializadas fijan postura en torno a demandas y sentencias contra médicos



Las sociedades médicas especializadas han dado a conocer su postura en torno al reciente auge de demandas y sentencias contra médicos en el país.

A continuación comunicación integra:

Ante la creciente aparición de sentencias condenatorias a establecimientos de salud y profesionales de la medicina en lo que aparenta ser una estrategia estructurada con el propósito de desprestigiar médicos y establecimientos de salud, las Sociedades Médicas Especializadas filiales del Colegio Médico Dominicano, llaman la atención sobre la necesidad de no instrumentalizar este tema con propósitos populistas o de convertir al sector salud en el objetivo de un plan que puede pretender desvirtuar el trabajo de quienes tienen en sus manos la responsabilidad del cuidado y protección de la salud en la República Dominicana.

El Consejo Nacional de Sociedades Médicas Especializadas (CNSME) hace un llamado a legisladores y autoridades del poder judicial de la República Dominicana para que no se festine el tema de cuestionamientos a servicios médicos ofrecidos a pacientes insatisfechos con los resultados o afectados por complicaciones y que han terminado discutiéndose en los tribunales o con sentencias condenatorias a profesionales de la salud. Esto, tomando en cuenta que en el ámbito de la judicatura en República Dominicana importantes sectores de opinión asumen como un hecho incontrovertible la existencia de múltiples falencias y debilidades que le restan credibilidad a muchas decisiones o sentencias reputadas en muchos casos como manipuladas o “compradas”.

Para el CNSME resulta altamente preocupante que esas sentencias pudieran no estar rodeadas de las debidas garantías de imparcialidad o sustentadas en criterios aplicados por jueces desconocedores de todas las variables que inciden en la aparición de complicaciones en el manejo de una persona enferma.

Además, al mismo tiempo, este CNSME llama la atención sobre el hecho de que como efecto del aumento de las demandas médicas los profesionales de la salud y los centros asistenciales pueden verse compelidos a incrementar el costo de sus servicios con el propósito de tener disponibles fondos de contingencias para responder a eventuales condenas en los tribunales.

Resulta inquietante que las condenas a los médicos se conviertan en los tribunales en un paradigma con las devastadoras consecuencias de que pronto todos los hospitales, clínicas, centros de salud y profesionales médicos, serán devorados por el afán de lucro y ambición por obtener dinero de una situación en la que no existe intencionalidad de daño. Hay que mantener en la perspectiva de jueces, abogados, medios de comunicación y la población en general que el rol del profesional de la salud es el de un servidor a favor del bienestar del paciente. Ningún profesional de la salud quiere que sus pacientes se compliquen, ni tiene la intención de hacer daño o descuidar las atenciones que ofrece como prestador de servicios de salud y corresponde a las autoridades e instituciones del estado validar la seguridad jurídica necesaria para garantizar la integridad de los colegas médicos afectados por demandas que muchas veces se originan en factores no controlables o inevitables y que nadie quiere que sucedan.

Al parecer han quedado en el olvido todos los elogios y reconocimientos que en la recién pasada pandemia se le hacían a médicos y establecimientos de salud por su desempeño y esfuerzo por salvar vidas a riesgo de la propia, por lo que ahora desde las instancias judiciales del país parece que a los profesionales de la medicina se les mira como si fueran villanos o culpables de las complicaciones y desenlaces negativos que muchas veces provocan las enfermedades y hasta el descuido del mismo paciente.

El CNSME reconoce el justo derecho que tienen los pacientes a reclamar en las instancias pertinentes ser compensados cuando entiendan que los resultados de un procedimiento no son los esperados y si esto se debió a un factor que pudo prevenirse o que es el resultado de un error médico; pero no puede llevarse ese reclamo al extremo de condenar a la cárcel a un médico, como si fuese un criminal y no una persona consagrada a salvar vidas, dándole a los mismos un tratamiento como si fueran criminales, olvidando que ningún médico desea ni quiere que un paciente se le complique o muera.

Es por eso una necesidad impostergable iniciar una profunda revisión de los mecanismos y procedimientos legales que de manera paulatina han ido convirtiendo el ejercicio de la medicina en el país en una profesión de riesgo y sujeta a ser blanco de la manipulación que en ocasiones condiciona las decisiones tomadas en tribunales donde la imparcialidad se puede comprar con tráfico de influencias o dinero.

La constitución del país consagra el derecho al trabajo en condiciones de dignidad y garantías mínimas de seguridad por lo que la penalización del acto médico con cárcel o prisión es una condición que requiere ser modificada o cambiada por otros mecanismos que permitan compensar al paciente cuando la justicia estime necesario y al mismo tiempo garantizando la salvaguarda del patrimonio familiar del médico (protegiendo a su familia del desamparo), lo que eventualmente se puede lograr ajustando el monto de una posible condena a cifras razonables o a las estipuladas en las pólizas de seguros

Las complicaciones propias y descritas de cualquier tipo de procedimiento al cual se somete un paciente no deben ser causa de condena en un tribunal que pretende juzgar un hecho de manera imparcial. Los casos en los cuales se compruebe dolo, violación a los protocolos preestablecidos, ventilados en un tribunal deben contar con todos los elementos de prueba y defensa de las partes involucradas. El bienestar del paciente que pone su confianza en manos de un facultativo de la salud es la premisa fundamental del accionar médico. Cada caso debe manejarse de manera individual, permitiendo el peritaje legal propio del evento en cuestión.

El CNSME reconoce que las demandas tienen un marco legal que las sustenta y por lo tanto son una realidad que no se puede cambiar o ignorar, por lo que recomienda a los profesionales de la salud ser metódicos en su trabajo, ofrecer un trato amable y humanizado al paciente, minimizar acciones que puedan generar inconformidad, y conversar con el paciente sobre el consentimiento informado con todos los detalles del servicio que se le brinda, procedimientos a realizar y sus eventuales complicaciones o repercusiones futuras. Para contingencias es recomendable disponer con obligatoriedad de un seguro de responsabilidad profesional.

Los médicos no somos delincuentes o criminales y por tanto no estamos pidiendo impunidad, solo aspiramos a que se nos permita trabajar en un ambiente libre de amenazas y acoso. Ayudaría mucho a ese propósito poder contar en el país con una Comisión Nacional de Arbitraje Médico, como instancia de conciliación, antes de que los casos de posibles demandas se judicialicen. El otro elemento que puede contribuir a mejorar el entorno laboral del médico y a dar garantías al paciente de que sus requerimientos serán debidamente atendidos es la creación de tribunales especializados en el tema de salud.

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